“Ustedes no se dejen llamar Rabbi, porque uno solo es su maestro, y ustedes son todos hermanos. Ni llamen a nadie “Padre” en la tierra, porque uno solo es su Padre, el del cielo”. Mateo 23: 8:9
En el texto de Mateo 23, 1-36, se nos presenta una dura polémica de Jesús con los fariseos, Jesús previene a la gente y a sus discipulados que no tomen como modelo a los dirigentes religiosos judíos; porque no hacen lo que dicen.
Cuestiona su afán de protagonismos y de disfrutar de privilegios en la sociedad. Jesús puede hablar con tanta claridad, porque no tenia cola que le pisaran. Jesús vive profundamente la experiencia del amor de su Padre y el amor concreto a sus hermanos, en sus circunstancias concretas que el conoce.
Por eso, solo el es Cristo, es el único maestro a reconocer y seguir. Por la misma razón, recomienda a sus discípulos: “Y no llamen Padre; porque uno solo es su Padre”.
Aquellos a quienes se les conceda una función directiva o una responsabilidad en la comunidad, deben hacerlo con humildad, no considerándose el centro o la referencia absoluta para los demás.
Al contrario deben con su palabra, actitudes y testimonio coherente, recordar quien es el único Maestro y el unico Padre.
“El primero entre ustedes, sera el servidor de ustedes”. Jesús no condena los puestos de dirección en la comunidad, pero previene y advierte, que no sean puestos de poder, donde usurpen las funciones de Cristo Maestro y del Padre Dios, San Pablo les recuerda a los tesalonicenses que el se presento a evangelizarlos, no como el que manda, sino como una Madre que cuida con cariño a sus hijos, en medio de fatigas y desvelos.
Del Salmo 130: Mi corazón Yahve, no es engreído, ni son mis ojos altaneros. No doy vía libre a la grandeza, ni a prodigios que me superan.
Textos Bíblicos: Malaquias 1: 14-2:2; 1 Tesalonicenses 2:7-9 Mateo 23: 1-12; 5 minutos de oración en el hogar
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casituyita