¿Cómo la iglesia llega a ser gloriosa?
" a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha" Efesios 5:27.
Debemos ver la manera en que Cristo se presentará a Sí mismo a una iglesia gloriosa. Cuando yo era jóven, pensaba que cristo estaba meramente en los
cielos y la iglesia estaba en la tierra. Según este concepto, cristo esta en los cielos y nosotros en la tierra, preparándonos para ser presentados a Él. Pero
más adelante me di cuenta de que esto era un concepto natural, que hace de Cristo un Cristo demasiado objetivo. Conforme a Su economía, Dios forja a
Cristo en nuestro ser. Un día, Cristo se presentará a Sí mismo una iglesia gloriosa, no meramente viniendo de una manera objetiva, sino al extenderse
desde dentro de nosotros y brotando desde nuestro interior.
A diferencia del concepto religioso, nuestra glorificación (no el arrebatamiento), no será un evento repentino; más bien se llevará a cabo gradualmente a medida
de que Cristo se extienda dentro de nosotros y nos sature consigo mismo. Cristo nos glorifica "consumiéndonos" poco a poco. Todos necesitamos que Cristo, la gloria interior, nos coma, nos absorba, nos devore. Dentro de nosotros
tenemos a Cristo, no sólo como nuestra vida y persona, sino también como la gloria de Dios.
Un ejemplo de la glorificación es la metamorfosis que experimenta una oruga,
por la cuál se convierte en una bella mariposa. La oruga no se convierte en
mariposa súbitamente, al descender sobre ella una belleza que la envuelve. No; la belleza de la mariposa está contenida en la vida de la oruga. A medida
que la ley de esta vida funciona en ella, la oruga se transforma gradualmente en una mariposa. Por medio de este proceso, la belleza de la mariposa absorbe
aborbe la feladad de la oruga.
Jaime Pastor Batista Cortes
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