de nuestro Padre celestial? Si ni siquiera podemos tener una idea de lo que es
¿cómo se puede pensar que llegaremos un día a alcanzar su perfección? Y sin
embargo, es este ideal el que Jesús nos ha dado, porque es el único que puede
satisfacer verdaderamente la necesidad absoluta que llevamos dentro de
nosotros, llenar nuestra vida y darle un sentido. Un niño puede parecerse más o
menos a su padre, pero es necesariamente de la misma esencia que él, y puesto
que Dios es nuestro Padre, llevamos en nosotros las semillas de su perfección.