“Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte.” Rut 2:12
Estos pasajes nos cuentan lo que vivió Noemí durante su estadía en la tierra de Moab: enviudó y, en el lapso de diez años en total, sus hijos contrajeron matrimonio con mujeres de esas tierras y luego murieron. De modo que esta mujer quedó sin el amparo y la ayuda que le podían brindar los hombres de su familia, lo cual, es una situación sumamente desventajosa, además de lo anímico propio de la situación. Por eso, es importante considerar estas cuestiones: para hacernos una idea de cómo hubiéramos actuado nosotros en una situación similar: sin ningún miembro de nuestras familias. Había un problema doble, entonces: la muerte y el desamparo social.
La condición para ser recompensados es un sacrificio basado en amor. Muchas veces hacemos cosas porque pensamos o nos imaginamos que seremos recompensados, pero solamente cuando hacemos las cosas por “puro amor” sin saber, entender y ni siquiera imaginarnos que recibiremos recompensa es cuando recibimos las grandes bendiciones de Dios. Mateo 6:1 dice: “Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.”
Estos pasajes constituyen toda una enseñanza en sí mismos acerca del dar y de cómo vivir. Dios desea que cosechemos lo mejor para nosotros y que no volvamos atrás para buscar lo caído ni que rebusquemos entre nuestras ganancias porque no es necesario; Su gracia es suficiente.
este es un mensaje para la iglesia, para cada creyente, para los hijos de dios; es un llamado a la fe a la esperanza, a la búsqueda sincera, pero también es un llamado de exhortación para que se refugien en dios, no importando por lo que estemos pasando, la situación que sea, si estamos probando o pasando un tiempo de tribulación momentánea, refugiémonos en dios, que dios sea en quien nosotros confiemos, y pongamos toda nuestra seguridad. Así como lo hizo Rut, una mujer fiel, decidida, determinante, radical, con convicción, una mujer de fe, perseverante hasta lograr ver la promesa cumplida.
Esta promesa se cumplirá en nosotros también, nosotros que hemos esperado, nosotros que le hemos creído a Dios en todo tiempo, en todo momento, a pesar de las circunstancias por las cuales Dios ha permitido que pasemos, pero no hemos desmayado, hemos perseverado, por tanto nuestra recompensa, y nuestra remuneración viene de camino, el señor nos sorprenderá con tremendas cosas.
Dios ha prometido recompensarnos cuando obramos enteramente por amor.
“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” Gálatas 6:9.
Gracia Hermanita Marita.
Por compartir con nosotros tu bello mensaje Tú bello mensaje de esperanza.
El Señor siempre estará hoy, y siempre contigo .Te deseo todo lo mejor para ti, y para todos en tu bello hogar.
Dios derrame muchas bendiciones.
SALUDOS DESDE COLOMBIA.
Hermes Sarmiento G.
De Colombia
Cristiano católico
GRACIAS POR TU AMISTAD, FELIZ DIA.