EL FALSO BESO
Y enseguida se acercó a Jesús y dijo: "¡Salve, maestro!"
Y le beso. Y Jesús le dijo: "Amigo, ¿a que vienes?" Entonces
se acercaron y prendieron a Jesús. Mt. 26:49-50 Por lo visto los soldados que fueron enviados por los líderes religiosos no
estaban muy familiarizados con su apariencia. Por eso era necesario que Judas les diera una señal para poder prenderlo. En la historia de Judas encontramos muchas lecciones imprtantes, pero hoy me gustaría que vieramos solo tres:
Nos enseña que aun que cometamos el pecado más grande que podamos imaginar, Jesús todavía nos considera amigos suyos. Jesús, sabiendo perfectamente lo que Judas había hecho, y venía a hacer, le dijo:"Amigo, ¿a que vienes?" No fueron palabras dichas con sorna, sino sinceras y honestas.
Judas era su amigo. Y Jesús lo amaba. Era una tragedia, en verdad, que, después de haber vivido, caminado, comido, junto a Jesús durante tres años, Judas terminará entregando a su propio Maestro y amigo. El mismo amor que Jesús sentía por Judas, quien lo traicionó, es el mismo que siente por cada uno de nosotros, quienes, lamentablemente, lo negamos a diario y lo traicionamos con más frecuencia que Judas.
Esta historia también nos enseña que las consecuencias de nuestros pecados tendremos que sufrirlas hasta el final de nuestros días en la tierra. Dios disminuye misericordiosamente los efectos de nuestros errores, porque, sino, nos destrirían. Pero no puede deshacerlos. Conviene vivir la vida con cuidado, con temor de Dios y con fidelidad. ¿Que amenazas pesan sobre ti? Apresúrate a buscar a Dios, como dice el Señor: "Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entretanto estás con él en el camino, no sea caso que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil y seas echado en la cárcel. De cierto te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último cuadrante" (Mat. 5:25-26) Cuidado, porque aunque el perdón divino llega nuestras vidas cuando clamamos en el nombre de Jesús, las consecuencias permanecerán.
También nos enseña que todos dejaremos un legado, ya sea bueno o malo. Judas vivió una via muy corta para dejar un legado eterno de traidor. Cuida tu conducta, porque dejarás un legado para la posteridad. haz una pausa para reflexionar el legado que dejarás en este mundo.
Permítele hoy a Dios gobernar plenamente tu vida para que tu destino sea muy distinto al de Judas y glorifiques a Dios por el perdón divino que hoy está disponible para cada uno de nosotros.
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