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General: LAS INSTRUCCIONES DE DIOS PARA OFRENDAR..(Mensaje De Reflexion )DIOS LES BENDIGA
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Respuesta  Mensaje 1 de 6 en el tema 
De: hermes sarmiento  (Mensaje original) Enviado: 05/03/2013 13:42



LAS INSTRUCCIONES DE DIOS PARA OFRENDAR

Citado por L.E. Maxwell

1. Dios es el dueño de todas las cosas.
2. Todas las cosas vienen de Dios.
3. Nosotros y todo lo que tenemos
pertenecemos a Dios.

La Biblia dice que somos los “administradores” de Dios. Un administrador es uno que maneja el dinero o las propiedades que pertenecen a otra persona. Como administradores de Dios somos responsables ante Él por la forma en que manejamos lo que Él nos ha encomendado. En esta lección aprenderemos cómo podemos ser buenos administradores, especialmente en el asunto de ofrendar. Aprenderemos como podemos usar el dinero para hacer “amistades eternas”.

La Enseñanza del Antiguo Testamento Respecto a Ofrendar

Cuando Dios sacó a Su pueblo de la esclavitud de Egipto y lo trajo a Canaán, les dio una tierra rica y fértil. De todo lo que cosechaban en esta buena tierra, Dios pedía que le dieran la primera décima parte. Esto se llamaba “el diezmo”. La palabra diezmo significa “la décima parte”.

El diezmo pertenecía a Dios

El propósito del diezmo era recordar a la gente que todas las cosas son propiedad de Dios y enseñarles a poner a Dios primero en sus vidas. Dios es sumamente generoso. Les permitió quedarse con nueve décimos de todo lo que cosechaban, pero el diezmo, la primera décima parte, pertenecía a Él. La Biblia dice:

Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová (Levítico 27:30).

Además de sus diezmos, el pueblo de Dios daba ofrendas voluntarias. Los diezmos y las ofrendas se entregaban a los sacerdotes de Dios. Este fue su modo de ganar la vida, ya que no tenían tierra propia. Dios dijo a Su pueblo que trajeran sus diezmos y ofrendas cuando vinieran a adorarle. Dios dijo:

Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado (Deuteronomio 16:16–17).

Dios estaba enseñando a Su pueblo a ofrendar. Cuando ellos daban libremente a Dios, Dios les daba cosechas abundantes. La Biblia dice:

Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia (Proverbios 3:9–10).

¿Fue el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento siempre fiel para entregar sus diezmos y ofrendas a Él? No, no lo fue. Dios dijo:

¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas (Malaquías 3:8).

¿Qué sucedió cuando robaron a Dios? Quedaron bajo la mano castigadora de Él. Dios dijo:

Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado (Malaquías 3:9).

Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa

Cuando el pueblo de Dios se arrepintió de su desobediencia y empezó una vez más a obedecerle respecto a los diezmos y a las ofrendas, Dios derramó Sus bendiciones sobre ellos. Dios dijo:

Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde (Malaquías 3:10).

La Enseñanza del Nuevo Testamento Respecto a Ofrendar

Un gran principio en la Biblia respecto a ofrendar, es éste: cuando nosotros damos a Dios, Dios nos da a nosotros. El Señor Jesucristo dijo:

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo (Lucas 6:38).

Cuando Dios da, El da abundantemente

Cuando Dios da, El da abundantemente. Es muy generoso. En la era de Cristo, la gente compraba a bulto su grano. Muchos vendedores vaciaban el grano en una medida, sin permitir que el comprador lo remeciera para asentarlo bien. No es así con el Señor. Él da “medida buena, apretada, remecida y rebosando”.

Él ofrendar facilita a que Dios nos dé. Mientras más damos, más nos da Dios a nosotros; mientras menos damos, menos nos da Dios. Jesús dijo:

Porque con la misma medida con que medís (dan), os volverán a medir (a dar)
(Lucas 6:38b).

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento establecen la misma enseñanza: Cuando nosotros damos a Dios, Dios nos da a nosotros. Dios no es pobre; tampoco es tacaño. Le gusta darle a Sus hijos, pero debemos cumplir Sus condiciones: “Dad y se os dará”.

Dios no pide que le ofrendemos porque Él esté en necesidad de lo que tenemos. Él dice:

Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su plenitud
(Salmo 50:12).

Dios quiere que le ofrendemos porque Él desea que Sus hijos sean como Él. Dios es generoso y desea que nosotros seamos generosos. Otra razón por qué Dios nos pide ofrendar es para que podamos “hacernos tesoros en el cielo”. No podemos enviar al Cielo nuestro dinero, pero podemos ofrendarlo para ganar a otros para Cristo. Esto es hacerse tesoros en el Cielo.

Principios Sobre el Ofrendar

La Palabra de Dios nos presenta varios principios respecto al ofrendar:

Primeramente, entrégate a ti mismo a Dios

1Primeramente, entrégate a ti mismo a Dios.

La primera ofrenda que Dios quiere de nosotros somos nosotros mismos. Él orden es: primero, entrégate a Dios y en seguida, da una porción de lo que recibes de Dios. Los cristianos de Macedonia hicieron justamente eso y el Apóstol Pablo los alabó por ello. Pablo escribió:

A sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios (2 Corintios 8:5).

2Da como Dios te haya prosperado a ti.

En el Antiguo Testamento, Dios mandó a Su pueblo que le entregaran la décima parte de todo lo que ganaban. En el Nuevo Testamento, Dios no estableció una regla sobre cuanto debemos ofrendar. En vez de eso, la Palabra de Dios dice:

Cada uno de vosotros ponga aparte algo, según (Dios le) haya prosperado
(1 Corintios 16:2).

¿Qué porcentaje de nuestras entradas debemos dar? Podemos tomar el diezmo (el diez por ciento) como el mínimo de lo que debemos ofrendar, pero podríamos dar mucho más que eso. Esto depende de cuán agradecidos estemos por las bendiciones de Dios y cuán fuerte sea nuestro deseo de “hacernos tesoros en el cielo”.

El hombre de negocios cristiano, R.G. LeTourneau, acostumbraba a entregar el noventa por ciento de sus ganacias a Dios. Un día alguien le preguntó: “Señor LeTourneau, ¿es cierto que usted da el noventa por ciento de sus entradas al Señor?”

Él contestó: “No, yo no le doy nada a Dios. Todo le pertenece a Él. Yo sólo retengo el diez por ciento”.

3Da sistemáticamente.

El ofrendar es un acto de adoración y no debe ser un proyecto casual. Debemos ofrendar sistemáticamente “cada primer día de la semana”, que es el día cuando vamos a la iglesia. La Biblia dice:

Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado . . . (1 Corintios 16:2).

Nadie queda excluído. Ancianos y jóvenes, pobres y ricos; todos debemos participar en diezmar y ofrendar. La Biblia dice: Cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado”.

4Da alegremente y con liberalidad.

Dios ama al dador alegre

Sea lo que fuere nuestra ofrenda, El Señor desea que se la demos voluntariamente y de todo corazón. Dios no quiere que ofrendemos con tristeza. La Biblia dice:

Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre (2 Corintios 9:7).

5Da con sabiduría.

El Señor Jesús dijo que teníamos que ser “buenos y sabios administradores”. Algunos cristianos ofrendan con liberalidad, pero no son sabios al ofrendar. El dar a una iglesia u organización que NO esté predicando fielmente la Palabra de Dios, no es ofrendar con sabiduría. Debemos tener tanto cuidado al invertir nuestro dinero para Dios, como lo tenemos al invertir en un negocio. Debemos poner el dinero donde produzca los mayores intereses espirituales.

Como Mide Dios Nuestro Ofrendar

No tienes que poseer grandes sumas de dinero para ser un gran dador a los ojos de Dios. Dios no mide nuestro dar por el tamaño de nuestras ofrendas. Él lo mide por la cantidad que damos en relación a lo que tenemos. Dios mira cuánto sacrificamos cuando ofrendamos. Según este modo de medir nuestro ofrendar, una persona pobre puede dar igual o aun más que una persona rica.

Entonces vino una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre.

Nuestro ofrendar debe costarnos algo. En una ocasión el Señor Jesús se sentó en el templo mirando a la gente presentar sus dádivas. Algunos eran ricos y daban mucho. Entonces vino una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre. Estas monedas tenían muy poco valor monetario; sin embargo, a los ojos de Dios, esta mujer había dado mucho más que todos los que habían ofrendado aquel día. ¿Por qué? Porque ella había dado todo lo que tenía, todo su sustento. Jesús dijo:

De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento (Marcos 12:43–44).

¿A Quien Debemos Ofrendar?

En Su Palabra, Dios nos dice a quién debemos ofrendar:

1Debemos ofrendar a nuestra iglesia local.

Debemos ofrendar a nuestra iglesia local

Por lo común, la mayor parte de nuestras dádivas debemos dar a nuestra iglesia local si es una iglesia donde se enseña fielmente la Biblia y donde Cristo es exaltado. Dios ha ordenado que Su iglesia y Sus ministros vivan de las dádivas de Su pueblo. La Biblia dice:

Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio (1 Corintios 9:14).

2Debemos ofrendar a aquellos que nos han ayudado espiritualmente.

En la Palabra de Dios se nos dan instrucciones de compartir nuestro dinero con aquellos que nos han enseñado la Palabra de Dios y nos han ayudado espiritualmente. La Biblia dice:

El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye (Gálatas 6:6).

Debemos dar a los necesitados

3Debemos dar a los necesitados.

Debemos dar a los necesitados, especialmente a los que son creyentes. Ésta es una forma con la cual podemos demostrar que tenemos el amor de Dios en nuestro corazón. La Biblia dice:

Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?
(1 Juan 3:17).

Por regla general, nuestro ofrendar para los necesitados debe ser a través de la iglesia local. Toda ofrenda debe ser con sencillez y sin atraer ninguna atención a nosotros mismos. La Biblia nos enseña que el que da, debe hacerlo con sencillez y sin interés propio. (Romanos 12:8).

4Debemos ofrendar a quienes están llevando el evangelio a los inconversos.

Cada cristiano tiene la responsabilidad de llevar el evangelio a los inconversos. El mandamiento de Dios para nosotros es: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15). Si no podemos ir nosotros, debemos tomar como privilegio el ayudar a sostener misioneros que están llevando el evangelio a quienes nunca han aceptado a Cristo.

Ofrendar es Sembrar

Ofrendar no es tirar el dinero; es sembrar.

Ofrendar no es tirar el dinero a la calle, es sembrar. Cuando sembramos semillas, no las estamos tirando; sino las estamos sembrando para poder cosecharlas más tarde. La cantidad de la cosecha depende de cuanto hayamos sembrado. Ésto es cierto también respecto a ofrendar. Escribiendo a la iglesia de Corinto respecto a las ofrendas, Pablo dijo:

El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará (2 Corintios 9:6).

Dios quiere proveer dinero para el mantenimiento de Sus iglesias y para enviar a Sus siervos a predicar a los inconversos del mundo. ¿Cómo hace Dios esto? El nos da dinero para que podamos ofrendar para Su obra. El quiere ayudarnos a ser generosos. La Biblia dice:

Poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra
(2 Corintios 9:8).

El Señor Jesucristo mismo es nuestro ejemplo en este asunto de ofrendar. La Biblia dice:

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos
(2 Corintios 8:9).

Haciendo Amistades Eternas

El Señor Jesús enseñó a menudo a Sus discípulos por medio de parábolas. Una parábola es una historia corta que contiene una o más verdades espirituales.

el Señor Jesús cuenta de un hombre rico que tenía muchos bienes

En San Lucas 12:16–21, el Señor Jesús cuenta de un hombre rico que tenía muchos bienes. Sus tierras dieron una cosecha tan grande que no tenía dónde guardarla. Se dijo: “Ya sé lo que voy a hacer. Voy a derribar mis graneros y hacer otros más grandes y allí guardaré toda mi cosecha y todo lo que tengo". Entonces diré a mi alma: “Alma mía, tienes muchos bienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe, alégrate”. Pero Dios le dijo: “Necio, esta misma noche vas a morir; y lo que tienes guardado, ¿de quién será?”

Jesús dijo, Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios (Lucas 12:21). Si deseamos ser ricos para con Dios, debemos ser buenos mayordomos de todo lo que Dios nos ha dado. Debemos siempre tener presente que:

1La vida es una administración, no una propiedad.

Todo lo que tenemos pertenece a Dios. No somos dueños de nada. Somos sencillamente administradores de Dios, usando lo que El nos ha encargado. La Biblia nos enseña que si no podemos ser fieles en las cosas pequeñas, no se nos darán responsabilidades grandes. Si no somos fieles en administrar un poco de dinero, ¿cómo podemos esperar que Dios nos entregue mucho dinero?

El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto (no tiene honradez), también en lo más es injusto (Lucas 16:10, ver también los versículos 11–13).

2Un día tendremos que dar cuenta de nuestra mayordomía.

Dios nos ha dado vida, salud, talentos, habilidades, dinero y muchas cosas más. Un día tendremos que darle cuenta de todo lo que Él nos ha entregado. El oír Su voz diciéndonos, “Bien hecho, buen siervo y fiel”, valdrá mucho más que cualquier otra cosa que este mundo nos pueda ofrecer.

3Ganar a otros para Cristo es el más sabio y mejor uso que se le puede dar al dinero.

En San Lucas 16:9, el Señor Jesucristo dijo:

Ganad amigos por medio de las riquezas injustas (el dinero), para que cuando éstas (las riquezas) falten, os reciban (los amigos que has ganado) en las moradas eternas.

Lo que el Señor está diciendo aquí, es que debemos usar nuestro dinero para hacernos amigos eternos, para que estos amigos, los que hemos ayudado a aceptar a Cristo, puedan estar allá para recibirnos cuando lleguemos al Cielo.

Se cuenta la historia de un anciano en Inglaterra, quien aproximaba a los ochenta años. No sabiendo qué regalarle para su cumpleaños, sus hijos y parientes decidieron juntar el dinero designado para comprarle regalos y entregarle toda esa cantidad para que él comprara lo que deseara.

Entre todos juntaron una suma equivalente a E.U. $2.400, más o menos. Cuando le contaron ésto, el anciano preguntó: “¿Quieren decir que reunieron todo este dinero y que yo puedo hacer lo que quiera con él?”

las Biblias fueron impresas y enviadas a aquella tribu africana

Cuando le aseguraron que así era, él dijo: “Quiero que este dinero se use para imprimir la Biblia en el idioma de alguna tribu que nunca la ha tenido en su propia lengua”.

Los parientes consultaron con la Sociedad Bíblica de Inglaterra. Un oficial allí les dijo: “¡Ésto es asombroso! Unos misioneros en el Africa han trabajado por años traduciendo la Biblia a un nuevo lenguaje. Acabamos de recibir el manuscrito”.

Cuando le preguntaron cuánto costaría imprimir las Biblias en este nuevo idioma, el oficial les contestó: “Cerca de tres mil dólares”. Rápidamente los familiares hicieron colecta nuevamente y reunieron el resto del dinero.

Dentro de poco tiempo las Biblias fueron impresas y enviadas a aquella tribu africana que jamás había tenido la Palabra de Dios en su propia lengua. Muchos llegaron a conocer a Cristo como Salvador a través de la lectura de la preciosa Palabra de Dios. (1)

Imaginemos a este caballero anciano unos años más tarde cuando entró al Cielo. Muchos de esta misma tribu africana ya se habían muerto y estaban en el Cielo. Al entrar el anciano lo recibe un grupo de gente que le da la bienvenida y lo abrazan diciendo, “Tú eres nuestro amigo. Te estábamos esperando”.

Él los mira con sorpresa y les dice: “Pero no los conozco, ¿quiénes son ustedes?”

“Tal vez tú no nos conozcas”, le dicen, “pero nosotros te conocemos a ti. Tú eres aquel que hizo posible que tuviéramos la Palabra de Dios en nuestro propio idioma. Si no hubiera sido por ti, no estaríamos en este bellísimo lugar. ¡Tú eres nuestro amigo por toda la eternidad!”

Habrá alguien que me reciba dándome la bienvenida en el Cielo

Llegará un día en que nuestro dinero será inútil y sin significado. El día llegará en que nuestra mayordomía habrá terminado. En el poco tiempo que nos queda, debemos usar nuestro dinero para ganar a otros para Cristo y hacer así amistades eternas. Ésta es la mejor y más sabia manera de usar el dinero.

Cada uno de nosotros debe preguntarse: “¿Soy un buen mayordomo de todo lo que Dios me ha encargado? ¿Estoy usando mi dinero para hacerme de amigos eternos? ¿Habrá alguien que me reciba dándome la bienvenida en el Cielo y diciéndome: “Si no hubiera sido por ti, yo no estaría en este bellísimo lugar. Tú eres mi amigo por toda la eternidad.”?


Hermes Sarmiento G.

De Colombia

Cristiano católico

LAS INSTRUCCIONES DE DIOS PARA OFRENDAR..(Mensaje De Reflexion )DIOS LES BENDIGA


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Respuesta  Mensaje 2 de 6 en el tema 
De: marta-vargas Enviado: 05/03/2013 16:13
Gracias hermanito Hermes encontre este sermon sobre le diezmo y la ofrenda me parece muy interesante se lo compparto.
le deseo un lindo  y bendecido martes
su hermana en Cristo
Marta



Diezmos: ¿Es bíblico dar el diezmo?

Por David Cox © 2006

Introducción: – Muchos cristianos se confunden en el asunto del diezmo. He oído cristianos muy campantes que dicen, “Yo no doy nada a la iglesia.” Ellos piensan que es como un reto. “¿Cuánto puede la iglesia sacar de mí? porque soy un caso duro en cuanto a soltar el dinero.” Lo que no entienden es que el diezmo y el ofrendar son reflejos directos del alma de la persona, y una buena indicación de su relación con Dios.

Génesis 28:20-22 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, 21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. 22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.

El punto de Jacob es claro:
(1) Dios le dio todo lo que él recibió en esta vida.
(2) Dios protege o no le protege a Jacob para que las cosas buenas o malas le pasen.
(3) Según que Dios le prosperó, Jacob demostraba su agradecimiento por regresar a Dios el diezmo de sus ingresos.

I.               ¿Qué es el diezmo?

El diezmo es diez por ciento de tus ingresos, antes de que gastes tus ingresos en cualquier cosa. El punto es que es “apartado” desde el momento que recibes tu ingreso, sea semanal, mensual, o diario y dado a tu iglesia por la obra de Dios.

A.  Dios usa el porcentaje de diez por ciento.

Génesis 28:22 de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti (Jacobo citada arriba)

·  Diez por ciento: La palabra “diezmo” viene de “diez”. Divide la cantidad por diez partes y sacas una parte, y esto es un diezmo. De 1,000 pesos, 100 es el diezmo.

·  Es justo para todos porque es el mismo porcentaje para ricos y para pobres. No ganas nada, entonces es cero.

·  Ofrendas no son basadas en tu ingreso y son apartes, y ofrendas no son obligatorios, sino según el corazón del individuo. Cuando Dios mueve en el corazón de uno.

B.  Es según tus ingresos (primicias no sobrantes).

Éxodo 22:29 No demorarás la primicia de tu cosecha ni de tu lagar.

·  Diezmos era de las primicias – O sea, el diezmo debe venir de tus ingresos, pero antes que gastas este ingreso en algo. Cuando te pagan, debes apartar el diezmo en un sobre y dárselo domingo en la iglesia.

1° Corintios 16:2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo,…

·  Pablo instruyó a esta iglesia de apartar cada domingo algo según que haya prosperado (un porcentaje de sus ingresos).

C.  El diezmo es una muestra en contra de la avaricia.

Lucas 14:33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

·  Nadie puede ser salvo si mantiene riquezas como un ídolo en su vida. En este caso, “ídolo” es de más alta prioridad de Dios, y se ve por codiciar el dinero, de no soltarlo cuando Dios dice y como Dios dice.

·  Los que no dan sus diezmos, es porque tienen problemas con sujetar su economía a Dios.

Mateo 16:26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

·  Es una estima o evaluación que el máximo valor es en el dinero, y no es en su salvación o las cosas de Dios, o la obra de Dios.

Lucas 12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

·  A fin de cuentas nada de este mundo carnal vamos a llevar con nosotros después de la muerte. Todas nuestras riquezas dejamos atrás en la muerte.

Lucas 12:16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. 17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

·  Juntamos riquezas terrenales o celestiales. ¿Dónde estás juntando tus riquezas?

Job 1:21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.

·  Contrario a la opinión pública, no hay seguridad en las riquezas, y las riquezas no nos amparan después de la muerte.

·  Al contrario, las riquezas son factor de idolatría que siempre tratan de dominar tu vida como otro dios en competición con Jesús.

Efesios 4:28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.

Hechos 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.

Mateo 19:16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. 23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. 24 Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 25 Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?

1ª Timoteo 6:6 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; 7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.

·  Parte de cuidar las posesiones a lo que Dios quiere que sean (una ayuda a nuestras vidas y no un ídolo) es de regresar a Dios parte de ellos en ofrenda a Dios para los propósitos de Dios.

Hechos 4:32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.

II.            ¿Por qué diezmamos? Razones formales

A.  Diezmamos para honrar al Señor.

Proverbios 3:9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos;

·  No damos diezmos para ser salvo.

·  Damos diezmos para honrar a nuestro Dios y Salvador.

·  Es diezmo de las primicias, no los sobrantes.

B.  Diezmamos por amor a Jesús nuestro Salvador.

·  Uno reconoce que Dios nos ama, y nos da toda buena dádiva. Pero igualmente, debemos responder a Dios por amor. Dios te da a ti como tú das a Él.

2° Corintios 8:1 las iglesias de Macedonia 5 Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios; 8 No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro. 9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

·  El motivo en dar algo a Dios es por lo que hizo Jesús en amor por ti. Demostramos nuestro amor a Dios por nuestros diezmos y ofrendas.

2° Corintios 8:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

·  Sembramos para cosechar. Dios regresa a nosotros como nosotros damos a Él.

·  Hay fraudulentos y charlatanes que buscan engañar la gente. No das a ningún ministerio o persona que codicia el dinero, y no es un hombre de Dios metido en ministrar para Dios. Servicio a los hermanos y a Dios, piedad, y dedicación a la obra del evangelismo, discipulado, y levantar iglesias locales deben identificar un buen ministerio donde metes tus diezmos y ofrendas.

2° Cor. 8:21 procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres.

·  Problema: Si no honras a Dios, Dios va a causarte una crisis o presión económica. Remedio: Es de dar generosamente.

2° Corintios 8:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.  12  Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.

·  La presión para dar a la obra de Dios y a Dios, debe ser por tu amor a Dios, y tu deseo de ver la obra de Dios avanzar. Por ser salvo, tomas personal que la obra de Dios se cumple bien y fuertemente. Debe causarte gozo de apoyar económicamente un buen ministerio donde puedes dar tus ofrendas y diezmos, y debes hacerlo con gusto, con generosidad, y con alegría.



Respuesta  Mensaje 3 de 6 en el tema 
De: marta-vargas Enviado: 05/03/2013 16:13

·  La provisión de Dios en nuestras vidas es directamente relacionada con nuestro espíritu y alma delante de Dios. No es siempre muy simple, buen espíritu = tener, mal espíritu = no tener. Job era bueno y perdió todo. Los reyes de Israel tuvieron mucho pero eran malos. Salmos 37 planta que los malos tienen su premio en la tierra, y no debemos conmovernos por la diferencia de riquezas entre ellos y nosotros.

·  Pero hay una formula aquí.

Proverbios 10:24 Lo que el impío teme, eso le vendrá; Pero a los justos les será dado lo que desean.

Salmo 145:19 Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.

C.  Diezmamos para sostener la obra de Dios (los ministros principalmente).

1° Corintios 9:9-11 Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, 10 o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. 11 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? 12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. 13 ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.

·  El principio es que los que trabajan mucho deben gozar algo de sus labores. Los que enseñan y predican deben recibir de lo mismo. Esto viene de los hermanos que toman en serio su relación con Dios, y de promover la obra de Dios en lo que puede.

·  Simplemente dicho, los que se dedican a la obra de Dios deben recibir de los hermanos un salario justo. Esto empieza con dar tu diezmo, y después si es necesario, de dar ofrendas arriba y aparte de tu diezmo.

Gálatas 6:6-10 El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye. 7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. 10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

·  Dios no puede ser burlado. No podemos recibir, recibir, recibir, y luego hacer ídolos del dinero, y no tomar la carga de la obra de Dios. Esto es burla.

·  Dios nos da todo lo que tenemos, y nosotros debemos honrar a Dios con regresar parte en reconocimiento de esto y Su posición como dueño de nuestras vidas.

D.  Diezmamos para protegernos del devorador.

Malaquías 3:8-11 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. 10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. 11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.

·  Alfolí” el lugar donde guarda las cosechas. “para que haya alimento en mi casa” – el diezmo debe ir a la obra de Dios, que es en el N.T. la iglesia local, para pagar los obreros de Dios.

·  En una forma Dios liga Sus bendiciones económicas en nuestra vida con nuestra fidelidad en diezmar.

III.          ¿Es obligatorio para nosotros hoy en día?

A.  Primero es de entregarse al Señor.

Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

·  Somos carnales y sensuales en nuestro pensar, y esto tiene que cambiar primero.

2ª Corintios 8:4 pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. 5 Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;

1ª Corintios 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

·    Dios quiere a tu corazón sobre todo.

B.  Para diezmar correctamente, tenemos que poner el Señor a Su lugar correcto en nuestras vidas.

Deuteronomio 8:18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas

C.  Vemos que el diezmo no es quitado en el Nuevo Testamento.

Diezmos

Mateo 23:23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

·    Jesús no les dio lugar de dejar a un lado el diezmo. Ellos hicieron ridículo el diezmo, y olvidaron lo más importante de su relación para con Dios.

1° Corintios 16:2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo,…

·    Vemos operando en la iglesia el mismo principio del Antiguo Testamento de apartar un porcentaje de sus ingresos para la obra de Dios.

Ofrendas

2° Corintios 9:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.

·    La ofrenda es algo aparte del diezmo, y es algo relacionada con tu relación intima con Dios. Por pesares, problemas, por haber pecado en algo grave, o por el simple gusto de amar intensamente el Señor, las personas del Antiguo Testamento propusieron en su corazón de dar una ofrenda a Dios. Trajeron la ofrenda al templo y entregaron la ofrenda a los hombres de Dios enfrente de la obra de Dios.

Hechos 4:34 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,  35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.

Conclusión: Es importante que honramos a Dios con nuestros bienes y ingresos. Es la forma en que demostramos a Dios que no hemos hecho un ídolo del dinero. El diezmo es diez por ciento de nuestros ingresos, de las primicias, no los sobrantes.

Es para perjudicar a nuestras vidas de no estar dando a Dios. Nos castiga económicamente si no honramos a Dios. Dios nos bendice si lo haces.

Es obligatorio hoy en día de honrar a Dios con nuestros bienes y ingresos, pero es algo de amor que debemos dar como (1) andamos con Dios, y (2) como vemos la necesidad en la obra de Dios. El motivo más puro debe ser por que Jesús dio todo por nosotros.


Respuesta  Mensaje 4 de 6 en el tema 
De: Administración-FD V Enviado: 08/03/2013 13:59
Proverbios3910_zpsdba51d0d.jpg

Respuesta  Mensaje 5 de 6 en el tema 
De: hermes sarmiento Enviado: 10/03/2013 11:42
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Hermes Sarmiento G.

De Colombia

Cristiano católico


Respuesta  Mensaje 6 de 6 en el tema 
De: Myriam Lhamya Enviado: 17/06/2013 14:15
 
 
 
 
 
 

Hno. Hermes,
Gracia y Paz!
 
Gracias por estar aquí formar parte de
Nuestra Gran Familia en la Fé.


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