Descansad
"Estoy demasiado cansado, no
puedo orar, no puedo confiar",
dije yo mientras mis agotadas
fuerzas cedían.
¡Ah si pudiese dejarlo toso y
abandonar!.
Eso es lo único que hoy puedo
pensar.
¿Me perdonará Dios, te parece,
si me voy a descansar
como lo hace un niño, sin
preguntar si se me permite,
sin intentar siquiera confiar
y orar?.
¿Te perdonará Dios a ti?
Recuerda corazón querido,
cuando el lenguaje era para ti
un lenguaje desconocido,
¿te negó acaso tu madre acaso
el descanso en su lecho,
o no te dejo que descansaras
tu cabeza en su pecho?.
¿Te dejó con el deseo, cuando
no podías pedir?
¿Le dio a su hija una tarea
desigual?
¿O te arrulló en sus brazos
con ternura sin par;
para cuidar tu sueño
y procurarte la paz?.
Oh cuán rápido puede percibir
el amor de una madre,
los inconscientes anhelos de
la infancia.
Cuando te sientes demasiado
cansado para confiar y orar,
cuando por el exceso de
trabajo la naturaleza quiere descansar.
Entonces simplemente deja
todo, deja todo para descansar,
como solías hacer en el regazo
de tu madre,
Él lo sabe todo, el amado
Señor lo sabe;
así que vete a dormir, como lo
hace un niño;
sin siquiera preguntar si se
te permite,
Dios sabe cuando su hijo está
demasiado cansado para confiar y orar.
Él no te juzga por la oración
expresada,
Dios sabe cuando están en tu
interior anhelos de amor.
Él sabe que tú oras, Él sabe
que también confías,
y Dios conoce, además los
límites
del pobre y débil polvo, vete
a descansar.
Oh la maravillosa compasión de
Cristo,
para sus elegidos en esa cita
de medianoche.
Cuando les dijo: "Dormir ya y
descansad",
mientras sobre Él se agolpa tu
culpa y mi culpa,
no temas, entonces vete a
descansar.