Probado por
el fuego
"Porque tú nos probaste,
oh Dios; Nos ensayaste como se afina la plata"
Salmo 66:10.
F.B. Meyer dijo: El principal
propósito de la vida no es hacer, sino llegar a ser.
Y para esto nos estamos
preparando todos los días. Así como la plata se refina
por el fuego, el corazón a
menudo se refina en el horno de la tristeza.
El salmista dijo en su
tristeza: "Pasamos por el fuego...Salmo 66:12. El proceso
de refinamiento puede ser muy
doloroso, pero no nos va a destruir, pues el
refinador se sienta al lado
del fuego y atiende la llama. No va a permitir que
seamos probado más allá de lo
que podamos soportar; es para nuestro bien.
Tal vez no comprendamos por
qué tenemos que soportar tal prueba año tras.
La dura prueba parece
interminable y sin sentido. Nuestros días son un
desperdicio, o eso al menos
nos parece. Nos sentimos como si no estuviéramos
nada que tuviera una
significación duradera.
Sin embargo,
Dios está haciendo lo que importa: Estamos siendo refinados. Nos
está colocando en un crisol en
el cual adquirimos paciencia, mansedumbre,
humildad,
compasión y las otras virtudes...sosegadas...de las que nuestra
alma
carece en su forma natural.
Así que no
tenga miedo y no se agite. Su prueba actual, por dolorosa que pueda
ser, ha sido
filtrada por la sabiduría y el amor de Dios. El refinador se
sienta
junto a las
llamas temperantes del crisol y supervisa el proceso, esperando
pacientemente
hasta que Su rostro se refleje en la superficie.
LOS FUEGOS DE LA PRUEBA PUEDEN PRODUCIR UN
TESTIMONIO
BRILLANTE