Perpetuando la
bendición
"Y amarás a Jehová tu
Dios de todo corazón, y de toda tu alma, y con todas
tus
fuerzas. Y estas
palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y
las
repetirás a tus hijos,
y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el
camino, y al
acostarte, y cunado te levantes" Deuteronomio
6:5-7.
Todos queremos tener
un hogar bendecido. Todos queremos lo mejor para
nuestros
hijos. Todos queremos
que a ellos les vaya mejor que a nosotros. Pero esto no
es
algo que sucede por
casualidad. Esto sucede cuando seguimos el consejo de Dios
y
trabajamos cada día en
ello.
Dios debe ser el
primero en nuestro hogar y nuestro amor hacia Él debe
manifestarse
en las actitudes que
tenemos con nuestra familia. No podemos decir que amamos a
Dios y depreciar y
maltratar a nuestros seres
queridos.
Lo que recibimos de Dios lo debemos dar en primer lugar en nuestro
hogar. Por eso
la Palabra nos dice que debemos amar a Dios con todo nuestro corazón,
con todo
nuestro ser y
transmitirlo.
Transmita la bendición en todo momento. Tome tiempo con su familia para
hablar
de la Palabra
de Dios. Cuando tenga que tomar una decisión o darle un consejo a sus hijos,
hágalo basado en lo que dice la Palabra. Usted perpetuará las bendiciones si así
lo hace.
Proverbios 22 dice: que se debe instruir a los niños en el camino de Dios
para
que cuando sean
mayores no se aparten de Él. Estos niños a su vez instruirán a
sus
propios hijos y así continuará la
bendición.
¿Y cómo
instruirlos? Con la Palabra y con ejemplo. Viva lo que usted predica. Tenga
apertura para que sus hijos se acerquen a usted, escúchelos y enséñeles lo
correcto.
Si usted
descuida esta área por todo el trabajo que tiene y los afanes de la vida,
el
diablo se
encargará que alguien los instruya pero en la dirección equivocada. Valore lo
que Dios le ha dado y establezca las prioridades correctas. ¡Su casa será un
canal para
que fluya el
río de las bendiciones de Dios por
generaciones!.
Oración: Padre, gracias. En tu
inmenso amor me enseñas como vivir en tus
bendiciones y
cómo impartirlas a mi familia. Con Tu ayuda seremos luz y llevaremos
esa
luz a otras
familias que están en la oscuridad. Gracias, en el nombre de Jesús,
amén.