Venid a mí y descansad
(Lc. 10. 21-22)
Mateo 11
25- En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
26 -Sí, Padre, porque así te agradó.
27 -Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
28- Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29- Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
30 -porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.