Una de las verdades que el ser humano necesita entender es que la
Biblia es inspirada por Dios. Cuando decimos inspirada por Dios nos
estamos refiriendo a que es en verdad la Palabra de Dios, la cual no
tiene errores ni contradicciones.
En este pasaje Jesús nos enseña que la persona conocerá la verdad, la
cual le hará libre. Según las Escrituras, la Palabra de Dios es la verdad
aquí mencionada. Cristo dijo, “Santifícalos en tu verdad, tu palabra es
verdad” (Juan 17:17). El salmista David dijo, “La suma de tus palabras
es la verdad” (Salmo 119:160). La pregunta es, si la verdad no puede
ser entendida, entonces, ¿Por qué nos dice Jesús “conoceréis la verdad”? Jesús nos dice “conoceréis la verdad” porque la verdad si puede ser conocida. La verdad de Dios en cuanto a la salvación es alcanzable, esto es, puede ser comprendida.
Este pasaje nos exhorta a escudriñar, investigar, estudiar las Sagradas
Escrituras para ver si las cosas que se están enseñando son así. Usted
y yo tenemos una responsabilidad muy grande de ir a las Escrituras para asegurarnos si lo que estamos creyendo está en armonía con la Palabra de Dios. Lamentablemente muchos no están haciendo esto y por consiguiente se encuentran en el error. Mucha gente se encuentra creyendo falsas doctrinas porque no han tomado el tiempo de investigar en las Escrituras la información presentada. Le animo en el nombre del Señor a que investigue y compruebe por medio de las Escrituras.
La Biblia nos enseña que Jesús es la verdad (Juan 14:6), así como también la Palabra de Dios
(Juan 17:17). La persona debe conocer a Jesús y Su palabra para poder
ser salvo.
El amor de Dios es tan grande que Él desea que todos pasemos la eternidad en el cielo. Pero, para que esto suceda, necesitamos responder al amor que Él nos tiene. Espero en Dios que todos nosotros podamos considerar cuidadosamente el amor de Dios para que podamos entrar al cielo algún día. Lamentablemente muchos están despreciando el amor que Dios les tiene. Si tales personas se pierden al final, no será la culpa de Dios, sino más bien de ellos mismos.
Dios los bendiga abundantemente a todos, hasta pronto.
Hermes Sarmiento G.
De Colombia
Cristiano católico