¿De qué tenemos sed?
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye diga: Ven. Y el
que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida
gratuitamente. (Apocalipsis 22:17).
A muchos de nosotros nos resulta difícil imaginarnos la situación
de una persona que se muere de sed. En los países templados,
es poco probable que alguien lo experimente. Cuando a una
persona que viaja por el desierto y se le termina el agua y
pierde la esperanza de alcanzar a tiempo un oasis, se le
apoderá una angustía mortal. Y si de manera recibe ayuda es
para él "agua de vida".
Tal vez la gente que vivía en Palestina antigüamente haya
comprendido al Señor Jesús mejor que nosotros. Cuando Él
habló de "agua viva", se refería al Espirítu Santo que iban a
recibir todos los que creyeran en Él(Juan 7:37-39). su nuestra
manera civilizada de vivir nos protege de las contingencias de
la naturaleza, no puede remediar el hecho de que el pecado
nos ha quitado lo que la relación con Dios era originalmente.
Por eso nociones como eternidad, conciencia, pecado y
arrepentimiento son rechazadas.
Sin embargo, la humanidad está de viaje y nota cada vez más
cuán poca satisfactoria es la vida que se orienta hacia lo visible,
cuán falible es una moral que no se funda en Dios y como es de
vacía una vida sin el objetivo de la vida eterna.
Sólo la fe en el Señor Jesucristo puede dar una profuna razón a
nuestra vida, apagar la sed de gozo y brindae una meta: la
eternidad con Jesucristo, nuestro Salvador.