LA PALABRA Y SU LLAMADO SON FUEGO ARDIENTE
Lea: Jeremías 18-21
JULIO
DIA 22
Todo mensaje bíblico debe ser acompañado de
ilustraciones de la vida real o ficticias. Jeremías mira al alfarero
quien se le quiebra una vasija, pero él vuelve a hacer otra; así Dios
trata con Israel puede quebrantarlo y remodelarlo, al igual que todas
las naciones.
“¿No podré yo hacer con vosotros como este alfarero, casa de Israel?
Dice Jehová. Como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en
mis manos, casa de Israel. (Jeremías 18:6)
La destrucción era para las personas desobedientes. ¿Deseas que Dios te
quebrante y renueve tu vida? ¿Estás disponible para las pruebas? Él
puede cambiar tu mal carácter, puede hacer de ti una nueva persona. En
vez de quejarte contra Dios, agradécele por remodelar tu vida.
Jeremías 19, presenta una lección objetiva. Dios le ordenó al profeta
Jeremías que comprará una vasija de barro con los líderes como
testigos; luego, proclamó el mal que vendría a la nación,
posteriormente, quebró la vasija de barro para enseñar que así, el
Señor quebrantará a la ciudad y toda su gente por haber endurecido el
corazón y no obedecer a Dios.
“Toda buena dádiva desciende de lo alto”, Santiago 1:17 El Señor
siempre quiere el bien para tu vida, pero cuando el ser humano
desobedece, necesita ser quebrantado para que Dios restaure y
transforme esa vida.
Jeremías 20:9 dice: “Si digo: no me acordaré más de él, ni hablaré más
en su nombre, entonces su palabra en mi interior se vuelve un fuego
ardiente que me cala hasta los huesos. He hecho todo lo posible por
contenerla, pero ya no puedo más”
Jeremías por un lado confunde y por otro, consuela; maldice el día que
nació y se queja, pero reconoce que la Palabra de Dios, quema su
interior. “Esta es una magnifica expresión de la lucha en que se
debatía el alma del profeta: por una parte, el deseo de abandonar un
ministerio que solo le producía sufrimientos; y por otra, la
imposibilidad de resistirse a una compulsión interior mucho más fuerte
que él”. (RV95)
En Jer.21, Hay mensajes proféticos relativos a los últimos reyes y a la
casa real de Judá. El tono predominante es de juicio y reprobación por
los abusos cometidos, pero al final el profeta anuncia la restauración
futura de la nación. Se esperaba de un rey el establecimiento de un
orden social justo y la administración de la justicia. (RV95)
La ira de Dios se puede ver en las catástrofes naturales; por actos de
corrupción, por no administrar la Ecología y la vida. Ore y sea
sensible...
ORE:
Padre, tu Palabra es fuego ardiente que quema, arde pasión por ti.
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