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Reflexiones 11
Por lo tanto podría decirse que el hombre es reflejo de Dios, es decir: Dios en el Padre, hombre en el cuerpo; Dios en el Hijo, hombre en el alma; Dios en el Espíritu Santo, hombre en el espíritu.
Las reflexiones que a través de estos escritos se expondrán, serán ejemplos para ser comparados con lo que posiblemente haya pasado en nuestra vida y seamos interesados a aceptar la invitación hecha anteriormente, y a su tiempo, ser convencidos a convertirnos realmente en fieles creyentes de Jesús para ser liberados de las cadenas con las que el Tentador nos tiene cautivos en este mundo y empezar a vivir a plenitud en el Reino de Dio
Sin duda, en el transcurso de los tiempos, el ser humano siempre se ha visto envuelto en diversas situaciones que no le han agradado de ninguna manera, ya que en ellas, ha sido lastimado profundamente en lo material, físico, sentimental o emocional, todo lo cual le hace creer que vino a este mundo a sufrir de cualquier forma y manera y no percibe un sendero que lo conduzca al camino de la paz y al amor duradero, así que por su misma ansiedad de sentirse reconfortado lo lleva a introducirse en diversos senderos, esperando encontrar algo que le indique como llegar a ese camino en el cual podría ser despojado de todo lo negativo que lo está lastimando profundamente para que la paz y el amor que desea, se haga realidad en su vida.
Así, pues, se introduce en el sendero de los pleitos y los reclamos con quien cree que es, o son los causantes de todas sus desdichas. O por el contrario, a la aceptación sumisa e incondicional de todo maltrato personal, social o familiar que ha recibido en forma física o hiriendo sus sentimientos o emociones; agresiones recibidas con acciones, palabras o actitudes. O bien, se introduce en el sendero de las lamentaciones, haciendo partícipes a la mayor cantidad posible de personas, familiares, amigos o conocidos, de todo lo negativo que le pasa y a qué, o a quién, hace responsable de todo ello para que se solidaricen con él, sin darse cuenta, de que en muchos de los casos él es la causa de lo que le pasa.
Al ver que lo que consigue con lo anterior, lejos de resolver sus problemas se van complicando más porque invariablemente han sido enriquecidas con el punto de vista de cada una de las personas que involucró, que lo único que eso le ha traído como consecuencia, es a sumergirse en un estado depresivo, que si no encuentra como poderlo controlar, lo puede conducir a introducirse poco a poco en senderos de tentación, que con el tiempo, se pueden convertir en costumbres que se irán transformando en verdaderos vicios emocionales y sentimentales como la angustia, la apatía, el egoísmo, el cinismo, el descuido personal y familiar, el descontento y la ira constante por todo y en contra de todos inclusive hasta en contra de él mismo; la envidia, la frustración, el miedo a todo y por todo, la falta de esperanza, la falta de fe, la falta de confianza en los demás, o peor aún, la falta de confianza en él mismo; el no querer dar y por lo mismo el no recibir nada incluyendo amor; también cae en la vanagloria y en la mentira, esos sentimientos que hacen resaltar sus virtudes y minimizar u ocultar sus defectos; y por supuesto, en la falsa modestia que hace resaltar de una manera sutil lo bueno en él, y lo malo en los demás. El hombre, al introducirse en esos senderos está a un paso de caer en tentaciones corporales como el adulterio, el alcoholismo, la prostitución, la drogadicción, y por lo tanto en el divorcio, el robo, el fraude, el secuestro, el homicidio, y muchas tentaciones más hasta llegar a la peor de todas, el suicidio, con lo cual cerraría de un solo golpe la entrada al camino que verdaderamente lo conduciría a ser despojado de todo lo negativo que le sucede en el trabajo, en el entorno social en el que se desenvuelve, y lo más importante, en su entorno familiar.
Es recomendable no echar en saco roto las consideraciones que más adelante le serán expuestas, porque posiblemente le darán a usted una visión completamente distinta de como ve actualmente las cosas y encuentre la forma de entrar por el camino correcto según el Nuevo Testamento que lo conduzca a la verdad y a la vida verdadera para tener una existencia plena, completa, en donde abunde por siempre todo lo positivo en nuestras vidas como la voluntad de Dios, voluntad que inconscientemente rechazamos al imponer nuestro libre albedrío tradicional. Así, que por principio de cuentas definamos:
1.- ¿Qué es el libre albedrío
El libre albedrío o libre determinación, es la facultad en el ser humano de querer o no querer hacer cualquier cosa.
2.- ¿Qué es la Potencia Intelectual humana?
Es el conocimiento que vamos recibiendo en nuestra mente a través de nuestra existencia en las diferentes áreas en que nos desarrollamos, el cual se va sembrando en nuestro jardín del alma, es decir: en el cerebro, y que por medio de nuestro libre albedrío, lo acomodamos a la Mente de Dios y a la Mente del Tentador en la conciencia del bien que deberíamos hacer y del mal que deberíamos evitar.
3.- ¿Qué es la Potencia Intelectual de Dios?
Es el conocimiento total y soberano del principio y el fin de todo lo visible e invisible, de su orden y propósito, es el Poder y la Sabiduría sin principio ni fin, es la Mente de Dios.
4.- ¿Qué es la Potencia Intelectual del Tentador?
Es el conocimiento total negativo de la mente de Satanás.
El libre albedrío del hombre en su nivel espiritual, se podría definir como:
La llave que Dios le dio para que éste se pudiera introducir, por medio de su potencia intelectual, de su voluntad, a la voluntad de Dios y/o a la voluntad del Tentador.
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Gracias hermano cristiano por su mensaje Dios le bendiga y pase un lindo fin de semana..
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El libre albedrío
es uno de los valiosos regalos dados por Dios al hombre a través de lo
cual ejercitamos la voluntad para tomar nuestras propias decisiones.
Siendo Dios el dueño de todas las almas, por cuanto El las creó a
su imagen y semejanza, jamás ha coartado esa libertad. Su propósito no
fue hacer marionetas, títeres o robots a los cuales El pudiera manejar
a su antojo. El no consideró la creación del hombre como un juego;
todo lo contrario, sino como algo de mucha seriedad.
"Y
creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó."
(Génesis1:27)
Su propósito es que
todas las criaturas, voluntariamente, le reconozcan
como su Creador, su Dios, su Dueño y Señor, y por tanto, le obedezcan en gratitud,
para beneficio y bendición de cada uno. Fuimos creados para que
tengamos amistad con El y que
seamos entonces verdaderamente libres. Ese
libre albedrío nos fue dado para que cada cual tome la
decisión, de su propia
voluntad, de seguirle a Él; solamente haciéndolo así podemos disfrutar
de la verdadera libertad.
Dios sabía cuál sería
el resultado de este privilegio. El sabía que desde las primeras
criaturas, todas le iban a fallar. "Y
vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que
todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo
solamente el mal." (Génesis
6:5) El hombre, desde la desobediencia de Adán, siempre se ha
considerado "autosuficiente y capacitado" para tomar sus
decisiones sin consultar a nadie y mucho menos a Dios. O sea, que el
libre albedrío es un arma de doble filo que si no aprendemos a usarlo
adecuadamente estaremos enfrentando severas consecuencias, siendo la
peor de todas, la muerte eterna. ¡Se ha confundido el término LIBERTAD
(libre de la esclavitud) con LIBERTINAJE (desenfreno en el uso de la
libertad).
"A
los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros,
que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la
maldición, ESCOGE,
pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando al
Señor tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a El;
porque El es vida para tí y prolongación de tus días
..." (Deuteronomio30:19-20)
Muchos padres se
extrañan y se quejan de que sus hijos, aun los pequeños, no se les
sujetan, no les obedecen. Estos se rebelan a la autoridad porque no permiten
que el ejercicio de su libertad les sea coartado,
actitud característica de la naturaleza humana y manifestada desde el
principio de su vida. Los padres no
deben esperar menos, si ¡ellos mismos no obedecen a Dios! Su propio
corazón engañoso les dirige a tomar cada decisión sin tomarle en
cuenta. "No
os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre
sembrare, eso también segará"
(Galatas-6:7) Solo el temor de Dios puede hacer que ese libre albedrío no
se salga nunca de su cauce y vaya a convertirse en nuestro peor enemigo.
La libertad es dada por
Dios al ser humano y nadie,
absolutamente nadie, tiene la autoridad ni el derecho de enseñorearse
de los demás, ni aún los padres de sus hijos. ¡Si Dios no lo hace,
menos debemos de hacerlo nosotros! No quiero que se malinterprete mi pensamiento... No
estoy en contra de la disciplina, la cual considero absolutamente
necesaria, siempre y cuando sea hecha con amor y sabiduría, ni de las
leyes creadas para el orden y beneficio de todos. Me refiero a la
soberbia manifestada en algunos, incluyendo padres hacia sus hijos, que
intentan hacer de los demás sus posesiones, tomando señorío y
autoridad para manejarlos a su gusto y antojo. Esto está en contra de
lo establecido por Dios y se está afrentando, obviando y faltando
directamente y sin temor alguno a un factor que para Dios es de mucho valor:
La LIBERTAD de cada cual y el RESPETO hacia los demás.
Si El, que es Dios,
respeta nuestra voluntad, así debemos de hacer nosotros
para con los demás. Respeta a tu prójimo
si quieres que se te respete a ti. Aun advirtiendo
tú, que la decisión tomada por otro podría traerle serias
consecuencias, no puedes tú obligarlo a ver la situación como tú la
ves, ni forzarlo a cambiar de parecer. Puedes darle un consejo y
puedes instruirle; también debes de orar por él o
ella, pero JAMÁS empujarlo
a pensar como tú. Eso es soberbia y altivez de
espíritu, lo cual es pecado y trae serias
consecuencias al que lo practica. No podemos intentar hacer de los
demás una copia de nosotros mismos. Aún las diferencias hay que
tratarlas con dignidad entendiendo que cada cual es "único" y
por lo tanto merece que se le respete.
Ninguna persona es la
propiedad de otra; ni aun los hijos. Estos le son dados por Dios a sus
padres para que sean criados con amor. Dios es su dueño y algun día cada padre
tendrá que dar cuenta a Dios por cada uno de ellos. Los padres
responsables, pídanle sabiduría a Dios para lograr que sus hijos se
cedan voluntariamente a su autoridad, y no vayan a provocarlos a ira,
sino, que los puedan criar en disciplina y amonestación del Señor.
(Efesios6:4)
El matrimonio también se
presta para que ciertos cónyuges quieran posesionarse de su pareja,
asfixiando y matando poco a poco lo hermoso de la relación. Se
estrangula la libertad a tal grado que uno se convierte en tirano sin
misericordia y el otro en esclavo sin razón alguna que pueda
justificarlo. Eso es una condición patólogica y enfermiza y el ó la
que se encuentre en semejante situación corra a buscar ayuda antes de
que sea demasiado tarde. Dios instituyó el matrimonio para que la pareja se amara
y se respetara, no para
que se posesionaran uno al otro.
Aprendamos a respetar la
libertad que Dios le dió a cada uno, y a vivirla y ejercitarla conforme al
valor y propósito para lo cual nos fue dada. Abra el Señor nuestro
entendimiento y disponga nuestro corazón para reconocer, si no lo
habíamos hecho, de que ni tú ni yo somos el Creador, sino las
criaturas. "Reconoced
que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros
mismos..."
Salmo 100:3
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http://www.gabitogrupos.com/fuente-de-vida/fmvpers.php
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