La bendición, un poder
"Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu" Glalatas 3:13-14.
¿Sabe usted qué es la maldición? La maldición es un poder que lo capacita para que todo le salga mal aunque no quiera.
La persona que está bajo la maldición tiene que fracasar.
La bendición es un poder, una habilidad, una vestidura, una gracia que lo capacita y lo autoriza para que todo lo que haga le salga bien.
Ahora cuando una persona vive diciendo "casi lo tengo" es derrota porque nunca lo alcanza. Si bien, todos alguna vez tuvimos miedo, hay que darnos cuenta que ellos provienen de la maldición. Y para librarnos de los mismos, el primer paso es reconocerlos. Si no lo hace, no podrá subir a un nivel mayor en su vida. Identifique toda raíz de temor en su vida y échela fuera. Estos son los sintomas del temor: Indiferencia: trata las cosas como si no existiesen, pero en verdad están allí. Excusas: son miedos escondidos.
Indecisión: cuando uno actúa bajo esta influencia lo que consigue es no hacer nada. Conversaciones negativas con uno mismo: produce en nosotros una batalla mental dañina y prejudicial que terminará dañando nuestra imagen y autoestima.
El hábito de dejar las cosas para mañana: este es el miedo a no querer enfrentar las cosas produciendo, en contrapartida, que las cosas empeoren cada día las cosas más.
¿Qué solución hay frente a esto? Es sencillo, la Fe y poner los problemas delante nuestro y enfrentarlos al poder de la bendición, sabiendo que fuimos redimidos de la madición.
Hoy mismo corte con toda influecia negativa en su vida en el nombre de Jesús. Renueve sus pensamientos en la Palabra y medite en este versículo de hoy y verá como rodo temor a fracasar desaparecerá. usted es un vencedor, no lo olvide.
Oración: Padre, en el nombre de Jesús, corto toda influecia negativa y satánica en mi vida. Me declaro bendito, en el nombre de jesús, amén.