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De: casituyita (Mensaje original) |
Enviado: 18/08/2015 02:46 |
A veces nos esforzamos tanto para ser buenos cristianos, que nos enfocamos en el aspecto misericordioso del amor y rechazamos el otro lado del amor: la justicia. Como seguidores de Cristo, tenemos que amar a nuestros enemigos, pero también tenemos que dejar que cosechen lo que sembraron, porque esta es también la forma en que Dios ayuda a la gente a descubrir su amor.
Tenemos que perdonar constantemente a aquellos que pecan repetidamente en contra nuestra, pero también tenemos que defendernos y pedirles que se vayan y que no pequen más.
Dios establece límites de amor para todos aquellos que están envueltos en dificultades. La Justicia es la consecuencia de traspasar ese límite. En la primera lectura de hoy, vemos a la Justicia en acción. Previamente, Moisés había traspasado la línea cuando falló al ser un buen ejemplo para la gente que lo observaba y aprendía de él. Ahora, Dios no le permitirá que guíe a su pueblo en el camino final hacia la Tierra Prometida.
Hoy en la lectura del Evangelio, Jesús nos dice como mantener los límites:
1. La palabra 'no': Cuando alguien peca en tu contra, dile de manera cortés, pero firme, que no es correcto. Por misericordia, perdonamos y les damos otra oportunidad. Pero si eso no detiene que él siga pecando, tenemos que decir un "¡no!" rotundo, y auxiliarnos con otras personas, para que verifiquen que el pecador se está comportando de manera dañina y debe detenerse. De nuevo, por misericordia, lo dejamos en el pasado y esperamos lo mejor. Y si eso falla también tenemos que respaldar nuestro "¡no!" con la ayuda de la comunidad de la Iglesia.
Entonces, si el abuso continúa, tenemos que proteger a las víctimas al tratar al pecador como "un pagano o recaudador de impuestos", o sea, alguien que no es miembro de la Iglesia, lo que significa que es el momento de traer a las autoridades civiles (si el pecado es una actividad ilegal) e impedirle el acceso al pecador. Nosotros nunca dejamos de amar, pero tenemos que tratar a esa persona como un forastero. Son los límites de: "No, tú debes enfrentar las consecuencias de estar separado de mí hasta que sinceramente te arrepientas."
2. Atar y desatar: Ata todo lo que hay que atar, y deja ir lo que se tiene que ir. En otras palabras, la "Oración de la Serenidad": Dios, concédeme la serenidad de aceptar las cosas que no puedo cambiar (por ej. dejar ir el pecado que te sujeta, por tu deseo de cambiar al pecador), valor para cambiar aquellas que puedo (por ej. atar la situación al poder de Dios y a tu deseo de trabajar duro para ayudar), y sabiduría para reconocer la diferencia.
3. Apoyo: No lo sufras solo. Al querer evitar el pecado de las murmuraciones, tendemos a compartir muy poco con otras personas. Jesús, sin embargo, nos dice que experimentaremos su cercanía y el poder del Padre cuando estamos apoyados por la oración de los amigos. Debemos encontrar dos o tres compañeros Cristianos que comprendan los problemas y que amarán al pecador mientras oran por él o ella, para que se arrepienta. Su ayuda confirma que estamos haciendo lo correcto y necesario; sin ellos nos volveríamos vulnerables y sucumbiríamos a las dudas en nosotros y sobre nuestra misión para que los pecadores alcancen la conversión.
Dios ya ha colocado límites para protegernos del mal por medio de sus mandamientos. Tú y yo estamos llamados a permanecer con Él del lado santo de la línea y hacerlo claramente visible para aquellos que no la ven o no la quieren ver. Esto es de vital importancia para que el amor de Dios entre de lleno al mundo.
El fragmento inspiracional de hoy: Debemos perdonar constantemente a aquellos que pecan contra nosotros repetidamente, pero también debemos pedirles que se marchen y no pequen más.
Oración para hoy Perdóname Señor, por las veces que rechacé la corrección de mis hermanos. Perdóname por no corregir con misericordia y humildad. Gracias por recordarme que todos somos necesarios para construir tu Iglesia. Amén.
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Mateo 18:15-122 Por tanto, si tu hermano peca contra ti,
ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere,
has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo
a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos
conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia;
y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. De cierto os digo que todo lo que atéis
en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis
en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros
se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren,
les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados
en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas
veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta
siete? Jesús le dijo: No te digo hasta
siete, sino aun hasta setenta veces siete
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AMEN ASI ES ANGELITA, GRACIAS HNITA CASITUYITA, GRACIAS X COMPARTIR...
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