El Salvador que
nos busca
Leer | APOCALIPSIS 3.14-22
Los cristianos de Laodicea se habían engañado a sí
mismos, creyéndose ricos y autosuficientes cuando, en
realidad, su ceguera espiritual les habían impedido ver
su verdadera pobreza.
Aunque
habían "cerrado una puerta" entre ellos y Cristo, Él
nunca los abandonó. ¿Se puede identificar con la idea de
que existe un Salvador misericordioso que busca
relacionarse con usted?
Está a la puerta—Jesús toma la iniciativa.
Él está
listo y dispuesto a buscarnos, incluso si hemos
levantado una barrera.
Llama a la puerta—trata de captar nuestra atención por
varios medios: circunstancias, necesidades, sufrimiento,
pruebas, convicción de pecado, noches de insomnio, o su
Palabra.
Luego espera
pacientemente que respondamos.
Nos invita a abrir la puerta—aunque Cristo es
omnipotente, nunca nos obliga a relacionarnos con Él.
Nos permite
elegir si deseamos responder o no.
Entra por la puerta—si le abrimos la puerta de nuestro
corazón, el Señor entrará en nuestras vidas.
Por medio
del Espíritu Santo morando en nosotros, participamos de
la naturaleza divina de Cristo y somos transformados a
su imagen.
Cena con nosotros—ahora que ya nada se interpone entre
nosotros y Cristo, podemos comenzar a disfrutar de todos
los beneficios de relacionarnos con Él, y a ser
alimentado por medio de su Palabra.
Los creyentes de Laodicea nos enseñan cuán miserables e
infelices somos cuando tratamos de mantenernos alejados
del Señor Jesucristo.
Solo cuando
le permitimos tener libre acceso a nuestras vidas,
experimentamos el gozo de relacionarnos estrechamente
con Él.
Charles Stanley
BENDICIONES PARA TU HERMOSA VIDA!!!


|