La sana doctrina
"Me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos" Judas 3.
Cómo voz profética, es necesario que la Iglesia Evangélica contienda eficazmente por la sana doctrina. Que abandone su actitud complaciente y tolerante hacia los falsos profetas. Que adopte un actitud militante para evitar que las falsas enseñanzas sigan engañando a las personas.
Así cómo en el Antiguo Testamento los profetas de Dios asumóan una postura recta y valiente contra el engaño y la falsedad, la Iglesia Evangélica debe alzar su voz hoy en día aunque vengan amenazan y presiones de los poderosos mercaderes de la religión. Aunque los agentes del diablo sumidos en las más tetricas tinieblas vengan a intimidarnos.
Ante la obra de confusión doctrinal que existe en el día actual, la Iglesia Evangélica tiene que llevar a cabo su rol profetico. Debe enseñar la verdad de Dios y al mismo tiempo denunciar toda falsedad.
Es triste ver hoy en día las iglesias evangélicas que guardan silencio con tal de conservar gran número de miembros y grandes entradas de dinero para financiar sus monumentales presupuestos. Se niegan a denunciar la corrupción de la sociedad en que viven. Corrupción que se encuentra entre algunos de sus miembros, coros , y pastores que cobran por predicar la Palabra de Dios. Se toleran condiciones morales que harían parecer el caso de la iglesia de Corintio un juego de niño. Actúan a la ligera. No imitan al apóstol Pablo cuando denuncia proféticamente el pecado que se permitía en Corintio:
"De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación ni aun se nombra entre los gentiles, tanto que alguno tiene la mujer de su padre" Corintios 5:1.
Al escribir en ese tono, el apóstol cumplía su responsabilidad profética. Y esa forma de enfrentar los problemas no fue sólo en este caso, sino que la mantuvo a lo largo de su ministerio y aun en el mismo momento de su muerte.
Ministerio Internacional
Fuente de Vida