Hace
algunos años, yo me sentía muy desalentado, y estaba por colgar mi arpa
en el sauce. Hacía varias semanas que me encontraba deprimido. Un
lunes vino a verme un amigo que era maestro de una clase bíblica muy
numerosa.
Luego
de conversar sobre varias cosas, me preguntó si yo había predicado
alguna vez sobre Noé. Le dije que no. Cuando mi amigo se fue, abrí mi
Biblia y mi puse a leer acerca de Noé. Y me di cuenta que Noé había
trabajado ciento veinte años sin tener una sola conversión, y que sin
embargo no se desanimó. Yo pensé que no tenía ninguna razón para
sentirme desanimado. Cerré la Biblia, salí a caminar, y la nube se
disipó.
D. L. Moody
LUTERO DESALENTADO
Se refiere de Martín Lutero la siguiente anécdota.
"Una
vez estaba yo penosamente intranquilo por mis propios pecados, por la
maldad del mundo, y por los peligros que rodeaban a la iglesia. Entonces
mi esposa, vestida de luto, se acercó a donde estaba yo, y con gran
sorpresa le pregunté quién había muerto. Con sus respuestas tuvimos el
diálogo siguiente:
--¿No sabes? ¡Dios en el cielo ha muerto!
--Pero, ¿cómo puede Dios morir? ¡Él es inmortal!
--¿Es cierto esto?
--¡Indudablemente! ¿Cómo puedes dudarlo? ¡Tan cierto como que hay Dios en el cielo, es que él nunca morirá!.
--Y, entonces ¿Por qué estás tan desalentado y abatido?
Comprendí cuán sabia era mi esposa y dominé mi pesar.