UN PEQUEÑO DESCUIDO
Juan
estaba manejando tarde una noche cuando recogió a un muchacho que le
pidió un aventón. Mientras iban en el camino, empezó a sospechar del
pasajero. Juan revisó si su cartera estaba segura en el bolsillo de su
abrigo que estaba en medio de los dos asientos, ¡pero no estaba ahí! Así
que frenó rápidamente, y le ordenó al pasajero que saliera del carro, y
dijo, "¡Dame la cartera inmediatamente!" El pasajero lleno de miedo le
dio la cartera, y Juan se fue. Cuando llego a casa, le empezó a contar a
su esposa de su experiencia, pero ella le interrumpió, diciendo, "Antes
de que se me olvide, Juan, ¿sabías que dejaste tu cartera en casa ésta
mañana?"