Hablemos un poco sobre la expresión: ”Te bendigo”, y de la misma palabra ”Bendecir”.
No es raro hoy en día escuchar personas cristianas diciéndoles a otras: ”Te bendigo”; pero veamos lo que implica esta expresión.
Según la Real Academia Española, algunos de los significados de la palabra ”bendecir” son los siguientes:
1. tr. Alabar, engrandecer, ensalzar.
2. tr. Dicho de la Providencia: Colmar de bienes a alguien, hacerlo prosperar.
¿En
qué sentido podemos bendecir a Dios? En el sentido de que podemos
alabarlo, engrandecerlo y ensalzarlo. Y esto podemos hacerlo mediante
palabras y mediante hechos. ”Bendigan a YHVH, ustedes todos sus
ejércitos, ministros suyos, que hacen su voluntad” (Salmos 103:21).
Podemos bendecir a nuestro Dios, no sólo de palabras, sino también
haciendo obras beneficiosas, no directamente a Él, porque Él no tiene
necesidad de que nosotros le proveamos de algo, sino más bien a nuestros
prójimos, para que el Nombre de Dios sea ensalzado y engrandecido. Tal
como lo dice Mateo 5:16 ”Así alumbre la luz de ustedes delante de los
hombres, para que vean SUS BUENAS OBRAS, y GLORIFIQUEN (BENDIGAN,
ENGRANDEZCAN, MAGNIFIQUEN) a su Padre que están los cielos”.
¿En
qué sentido podemos bendecir a nuestros hermanos y a las demás
personas? No es lo mismo decir: ”Te bendigo”, que decir: ”Que Dios te
bendiga”, porque con esa segunda expresión el que bendice no es aquella
persona, sino Dios. ¿Y qué quiere decir que Dios nos bendice? Pues
quiere decir que Dios HARÁ ALGO lo cual mejorará de alguna manera
nuestra situación económica, mental, corporal o espiritual.
Decir
”te bendigo” sólo por decirlo, sin hacer nada, no beneficia en nada,
por lo tanto no es una bendición, puesto que una bendición es la obra o
el producto que traerá bienestar a tu vida. Cuando una persona te dice:
”Te bendigo”, queda implícito que esa persona tiene que hacer algo para
mejorar tu estado general; y si no hace nada, entonces no es una
bendición. Pero cuando Dios bendice, lo hace prosperándonos y dándonos
bienestar.
Bendecir
a alguien no sólo es decirle: ”Que Dios te bendiga” (porque con esta
frase se solicita o invoca una bendición directa del Dios Padre), sino
también hacer buenas obras que traigan bienestar a la vida de los demás.
Y una persona nos puede bendecir, no diciéndonos ”te bendigo”, sino más
bien, por ejemplo, dándonos una palabra de parte de Dios que nos traiga
un cambio positivo en nuestras vidas, o proyéndonos de algo de lo cual
tengamos carestía, como por ejemplo: el dinero, la comida o la ropa.
Porque, ¿de qué valdría si le dijera a un pobre: ”Te bendigo en el
nombre de Jesús”, y teniendo para darle de comer o para darle dinero, no
lo hago? No me valdría de nada, porque la fe sin obras es muerta. Un
”te bendigo” sin obras es una bendición ineficaz, por cuanto no está
acompañada de la verdadera bendición: la obra. Así que BENDECIR implica
OBRAR; por lo que ”Dios te bendiga” significa: ”Que Dios haga algo para
mejorar tu situación general actual”, o simplemente: ”Que Dios te haga
prosperar y te dé bienestar”.
Vuelve
a decir el Señor Yeshúa: Lucas 6:27, 28 ”Pero a ustedes los que oyen,
les digo: Amen a sus enemigos, HAGAN BIEN a los que les aborrecen;
BENDIGAN a los que les maldicen, y OREN por los que os calumnian”. El
sentido de es dos versículos es el siguiente: ”Hagan bien a sus
enemigos”. Pero note usted que se usan tres frases para describir los
actos beneficiosos que le podemos hacer a nuestros enemigos:
1-
HAGAN BIEN. Hagan buenas obras; no paguen mal por mal a nadie. Hagan
obras provechosas para las personas que les odian y les maltratan. O
como está escrito: ”No devolviendo mal por mal, ni maldición por
maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fueron
llamados para que heredasen bendición” (1 Pedro 3:9).
2-
BENDIGAN: Prosperen a los demás; sean de provecho para ellos. No sirvan
como estorbo, sino como alguien útil. Porque cuando decimos a alguien:
”Te bendigo en el nombre de Jesús”, pero en realidad le causamos
molestia o somos estorbo a esa persona, entonces realmente no somos
bendición para ella. Y también está escrito: ”Bendigan a los que les
persiguen; bendigan, y no maldigan” (Romanos 12:14). Es decir, hagan
bien a los que les persiguen; hagan bien y no mal. Y curiosamente uno de
los significados de la palabra griega ”kataráomai”, que significa
MALDECIR, es el de: ARRUINAR. Así que cuando arruinamos a alguien, sea
espiritual o materialmente, lo maldecimos. Alguien que predica un falso
evangelio, en realidad maldice y no bendice, puesto que arruina a las
demás personas conduciéndolas a la perdición.
3-OREN:
Por medio de la oración también podemos bendecir. ¿Cómo? Rogando a Dios
por esas personas, en este caso: por nuestros enemigos y por todos los
que nos maltratan o nos desean mal, para que Dios los haga prosperar y
les dé bienestar.
Aclaración:
El ”Dios te bendiga” no es malo usarlo, mas en este caso la persona que
pronuncia estas palabras sólo declara por fe que DIOS va a bendecir aún
más a esa persona; pero el que bendice es Dios y no aquella persona.
Dios
le dijo a Abraham: ”Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición” (Génesis 12:2). Pero esto no
quería decir que Abraham iba a andar por ahí diciéndole a todos: ”Te
bendigo”, sino más bien que él iba a ser la causa de la bendición, es
decir, su presencia o intervención en cualquier situación sería para una
mejoría del asunto. Así debemos ser nosotros; que nuestra presencia e
intervención en los asuntos de esta vida sea para mejoría y no para
ruina. Amén.
Paz a todos.