LA IMPIEDAD CASTIGADAA
Una profesora comunista, en Alemania Oriental, en cierta ocasión dijo a su clase de niños: "Pónganse en pie, y digan: ‘¡No hay Dios!’" una niñita de ocho años de edad, que pertenecía a un hogar cristiano, se negó a obedecer esa orden. Aunque fue amenazada, no pronunció tales palabras. Entonces la maestra, enojada, le dijo: "Vete a tu casa y escribe cincuenta veces ‘No hay Dios’, y mañana me entregas esta tarea." Por la noche, en su hogar, se sentó y escribió cincuenta veces "¡Sí hay Dios!".
Al día siguiente la niña entregó lo que había escrito a su maestra. Esta se enojó otra vez, y dijo a la niña: "Cuando vayas a tu hogar vas a escribir quinientas veces ‘¡No hay Dios!’, o algo te va a suceder." Ese "algo" significaba la muerte. Al día siguiente la niña y su padre fueron a ver al director de la escuela y le dijeron lo que estaba sucediendo. Entonces el director dijo a la niña: "No te preocupes. Tu maestra murió anoche víctima de un accidente de motocicleta. Todo eso ya se acabó. Vuelve a tu salón de clases".