Parecia imposible volver a ver el sol,
cuando las arenas del desierto
eran mis aliadas,
Parecia imposible tocar las flores
cuando mis ojos no las veian
Era la angustia mi pan de cada dia
y los arboles en mi camino,
secos y con espinas
Se habian terminado los lirios
que me hacian gozar,
cuando los contaba
al caminar.
Cuando ellos, solos y yo,
haciamos poemas y salmos
al creador,
Cuando no los escribia,
unicamente se los decia,
al oido de mi Señor.
Parecia que nunca mas
los volveria a ver,
mis colinas,
tan de Dios y tan mias,
Oh, colinas de mi fe, como las Jerico,
tan abundantes que eran
y tan escasas que se volvieron,
Oh, valles de mi gozo,
como se secaron por mis lagrimas,
porque la lluvia ceso,
y el manantial se marcho
y no regreso.
Oh, clamor
Oh, gemir
que sin saberse escuchado,
siempre de mi corazon
brotaba, recordando
el otoño pasado,
cuando Dios me vestia
en cada epoca
y me decia, "amado".
Tocaron a la puerta de mi alma
ya temblorosa
e inmerecedora,
Cuando la abri,
el viento suave de Dios,
refresco mi vida,
me lleno de gozo,
puede ver mi camino,
como en los tiempos antiguos,
en el tiempo de otoño,
tan bello,
tan lleno de esperanza,
porque los arboles cambian la vestidura,
y el amarillo tierno,
da paso a la vida nueva.
Mi corazon se lleno de alegria,
corri como un niño,
para observar de nuevo a los lirios,
si,
a los lirios
del tiempo de otoño.