Todos
hemos vivido esos momentos, cuando lo que necesitamos esta disponible,
cuando es agradable tomar la billetera y cancelar lo que se debe,
sabiendo que la fuente de ingresos es segura y estable.
Pero
las cosas cambian de un momento a otro, y no vienen solas, siempre
vienen como tornados, como tormentas y como huracanes, con fuertes
rafagas de viento, y haciendo volar los escombros por todos lados.
Eso
le ha sucedido a mi amigo Rudy, un gran amigo de la facultad , tremendo
estudiante, gran siervo de Dios, excelente esposo y padre de familia.
Se quedo desempleado por el cierre de la compañia, hemos orado mucho con
el, por un nuevo trabajo, pero todas la puertas estan hermeticamente
selladas como con diez candados. Pero Rudy es un hombre de fe, pero no
de una fe sencilla, sino de una fe enorme.
Nadie
puede saber que esta desempleado, asiste puntualmente a la iglesia,
toca la guitarra alegremente, y a pesar que el tanque de gasolina de su
vehiculo esta al minimo, parece que el, en su cuerpo tiene su tanque de
energias lleno.
Los pagos de las mensualidades se han retrazado, y las llamadas no paran de sonar, de dia y de noche.
Ayer
desconecto el telefono para que lo dejaran dormir, yo lo vi esta
mañana, y como siempre, su sonrisa no demuestra que su corazon esta
sufriendo mucho. El dice que Dios le ayudara a pagar todo lo que debe.
Un
misionero Mexicano nos llamo para pedirnos ayuda, y Rudy fue el primero
en colaborar, saco de su bolsillo $ 5.00 que le quedaban, y que los
utilizaria para comprar una hamburguesa para su hijita.
Su
vehiculo estaba sin combustible, y me pidio que le acompañara a dejar
una correspondencia a la casa de una hermana que viajaria a su pais
desde los EE.UU. pero en el camino nos avisaron que ella se encontraba
de compras en una tienda de electrodomesticos, y quedamos de vernos en
la tienda con la hermana.
Rapidamente
la localizamos, dentro de la tienda, y ella con su hijo, estaban
comprando una camara digital, valorada en $ 500.00 y varios juegos de
play station.
La hijita de Rudy, lo tomo de la mano, ella estaba viendo como el otro niño compraba y compraba sin frenos.
yo observe como le tomo con sus manitas la mano trigueña de mi amigo, se la acaricio, nuevamente le miro a los ojos y le dijo:
papy...¿usted no trabajo hoy?
realmente, Rudy tiene una gran fe, pero ese momento lo quebranto, suspiro, y sus lagrimas rodaron.
La niña se percato de eso, y le dijo:
papy...no sabes cuanto te amo!!.
Luego
de eso entregamos la encomienda , y nos disponiamos a salir de la
tienda, yo pensaba invitarlos a cenar, Rudy no tenia dinero, pero la
hermana nos llamo, y nos dijo que nos fueramos con ellos a su casa,
porque nos tenia preparada una cena muy deliciosa, la cual disfrutamos
como principes, y luego nos despedimos alegremente.
Los
que vemos la mano de Dios por todos lados, nos deleitamos al ver estas
cosas a nuestro favor suceder, por muy pequeñas que parezcan.
Cuando
nos bajamos de mi vehiculo, el cartero estaba llegando a la casa de
Rudy, pero este no se llevo las cartas del buzon, yo le pregunte porque
no se las llevaba y me dijo porque serian cartas de cobro.
al entrar a la casa , leimos este pasaje Biblico:
Ten misericordia de mi, oh Dios, porque me dovoraria el hombre, me oprime combatiendome todo el dia
(Salmos 56:1 )