Tenian
una semana de haber llegado de Los Angeles California a Boston.
Antonio y Lorena son originarios de centroamerica y se conocieron en
una cafeteria de los Angeles, en la cual Lorena trabajaba y decidieron
vivir en pareja.
Un
dia llegaron a la Iglesia y ella me manifesto que habia nacido en un
hogar cristiano, pero que Antonio era inconverso, pero que deseaban
hacer amistades.
Cada domingo la pareja estaba presente, bien vestidos, y se notaban muy alegres con todo el mundo.
Con
el paso del tiempo, Antonio acepto a Cristo en su corazon, celebramos
su matrimonio con Lorena y llego convertirse en diacono de la iglesia.
Luego de dos años de asistencia, notamos que Antonio no estaba presente todos los domingos, unicamente lo hacia Lorena.
Al
indagar las razones de su ausencia, nos manifesto que estaba instalando
su propio taller de reparacion de vehiculos para independizarse y que
luego se incorporaria nuevamente a las actividades de la iglesia.
Lorena
continuo asistiendo, pero cada vez, su tristeza se marcaba en su
rostro, las ojeras eran enormes y la sonrisa iba desapareciendo cada
dia.
Me
comento que habian comprado una casa, y que Antonio se pasaba dia y
noche en el taller, y que ya no llegaba a dormir, pero que ella no
sospechaba de que tuviera otra mujer, porque efectivamente, se quedaba a
trabajar y a dormir en el taller, y ella lo habia comprobado. Pero el
problema era que Antonio, luego de trabajar, se emborrachaba todos los
dias, y cuando decidia ir a dormir a la casa con Lorena, este venia
apestoso y nunca se bañaba, lo cual hacia que ella evitara contactos
intimos con el.
La
situacion se fue enfriando de tal manera, que Lorena dejo de asistir a
la Iglesia tambien, se pinto el cabello de color amarillo, compro ropa
muy sexi y cambio de vehiculo.
Estando
asi las cosas, un dia recibi una llamada de Antonio, y me dijo que
deseaba hablar conmigo, y que le gustaria que nos reunieramos en un
restaurante.
Llegamos
a la cita, Antonio habia aumentado como 60 libras de peso, lo notaba
cansado y con la mirada perdida, me comento que la noche anterior habia
llegado temprano a su casa, y que no habia encontrado a Lorena,
entonces fue a cambiar el vehiculo en el que andaba, se escondio en el
pasaje donde vivian, vio cuando Lorena llego, y espero que volviera a
salir.
La
persiguio por el camino y la vio entrar en un apto. desconocido para
el, se estaciono, y espero. Al cabo de media hora llego Omar, un amigo
de ambos y cliente de Antonio en el taller. Lo vio entrar y espero hasta
que amaneciera.
El
impacto fue grande para los tres, alli estaba Antonio viendolos salir,
derramado en lagrimas, viendo como su matrimonio se habia hecho mil
pedazos. Lorena estaba congelada y Omar se perdio en el ruido de la gran
ciudad.
Ahora yo tenia a Antonio frente a mi, con deseos de quitarse la vida, de no existir.
Le
pregunte si aun amaba a Lorena y me dijo que si. Le pedi autorizacion
para hablar con ella y los cite para el dia siguiente alli en el mismo
restaurant.
No es facil ver el rostro de una mujer como el caso de Lorena, porque es una mezcla de dolor, de verguenza y de arrepentimiento.
Alli, entre la cena de costillitas de cerdo ahumadas, acordaron perdonarse y hacer de su vida, algo de mucho valor.
Antonio
ordeno el horario de su taller, se cambiaron de iglesia porque el
vecindario ya se habia enterado del problema de ellos, vendieron su casa
y compraron otra mas lejana.
Este relato, es consecuencia de descuidar la viña de cada uno, tal como dice el versiculo citado al inicio.
Cada
uno de nosotros tiene una viña, y no debemos descuidarla, esa viña es
el hogar. No podemos atender lo maximo a las otras personas y desatender
a nuestros seres amados; aun el trabajo, que no nos absorva el tiempo
de nuestra viña, ni aun la iglesia, ya que todo tiene su tiempo en esta
vida.
Debemos cuidarla, abonarla y podarla, en el nombre de Cristo Jesus,
Amen.