Amar a los que no te aman
Jesús
dijo a sus discípulos: "Así que, todas las cosas que queráis que los
hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque
esto es la ley y los profetas (Mt.:12). La mayoría de nosotros
conocemos este codigo de conducta como "la regla de oro". En teoría
todos convendriamos que esta es una buena base para unas relaciones
excelentes, pero es difícil vivir a la altura de la norma. Si hacemos
una lista de la manera como esperamos ser tratados y la comparamos con
nuestra conducta es posible que no quedemos bien.
Por supuesto,
es fácil amar a los que nos aman. ¿Pero como reaccionamos cuando nos
hieren? La verdad es que Jesús quiere que amemos a los demás todo el
tiempo, no sólo cuando se hacen querer. No importa su actitud hacia
nosotros, tenemos que pensar el las cualidades relacionales que
valoramos, como son lealtad, confianza, perdón y aceptación; que todas
ellas fluyan hacia las demás personas.
Lamentablemente, nuestra
sociedad engendra orgullo, egoismo y avaricia, que son los enemigos de
lo que Jesús mandó. Pero si amamos a los demás como lo ordena nuestro
Señor, las relaciones pueden profundizarse y fluir.
Tratar a los
demás con esa clase de amor no es fácil, especialmente si las personas
no son amables. En realidad, amar como Jesús mando es imposible por
nosotros mismos. pero si tenemos fe en Cristo como Salvador, el Espíritu
Santo nos dará el poder para vivr Su vida en nosotros. "Con Cristo
estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el
cual me amó y se entregó a sí mismo por mi. (Gal. 2:20).
Saque
tiempo para hacer una lista de las maneras que espera ser tratado, y
hagase después la pregunta: ¿Es así como yo trato a los demás? Pidale a
Dios que le revele un área donde El le ayudará a aplicar la regla de
oro.