EN ESTO PENSAD

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo que es honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable,  todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.¨
Filipenses 4:8

Dios es un Dios verdadero. Es una realidad. Es un Dios de paz. Es un Dios que tiene las virtudes más altas.  Es un Dios perfecto.
 En este pasaje encontramos las virtudes  que permiten tener paz con Dios. Y la paz de Dios:
 Todo lo que es verdadero. Que pertenece a la naturaleza de la realidad.
Honesto. Merecedor de respeto.
Justo. De acuerdo a la concepción más elevada de lo que es recto.
Puro. Sin mezcla con elementos que contaminan su alma y su cuerpo.
Amable. Lo que inspira amor.
De buen nombre. Lo que tiene buena fama.
( De Michael. Anotado de Comentario Bíblico Moody.

 De Everett F. Harrinson.)

REFLEXION:

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En un mundo donde la humanidad está perdiendo cada día los valores morales y espirituales. Donde la hipocrecía, la vanidad, la mentira, la desonestidad, la lujuria, el odio, la violencia prevalecen, es necesario que pensemos a la luz de la Palabra de Dios.
 
No podemos tener paz con nosotros mismos, con nuestros semejantes, ya sea nuestra familia o con nuestras amistades, y mucho menos con Dios, si no meditamos con el pensamiento de Dios, que nos permite tener las mas altas virtudes que el hombre puede tener.
 
El Señor Jesucristo reunió en su naturaleza humana las más altas y nobles virtudes, perfectas.
Cuando Jesús estaba siendo interrogado por Pilato, éste dijo de Jesucristo: ¨Y Pilato dijo a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo en este hombre.¨ Lucas 23: 4.
 
Por eso, en la cruz pagó por nuestros delitos, para que nosotros podamos ser salvos y así tener una vida de virtudes que nos permita tener paz con Dios, y tener la paz de Dios. Y sobre todo la salvación eterna.
¨Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.¨ 2 Corintios 5:21.
 
ORACION:  Señor, ayúdanos para ser justos y limpios delante de tí. Teniendo a Cristo en el corazón. En su nombre, amén.