En el cuerpo del Señor cuidamos de los demás
Mateo 25:26 Respondiendo su señor, le dijo: Esclavo malo y perezoso... (27) Por tanto, debías haber entregado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recobrado lo que es mío con los intereses. (28) Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.
REFLEXION:
Los intereses (en el versículo 27) indican el resultado provechoso que obtenemos para la obra del Señor al usar Su don. En cierto sentido podemos decir que los banqueros son todos los nuevos contactos, los jóvenes y los que se han desanimado. Debemos depositar los bienes del Señor con estos banqueros; ellos no son los hermanos que llevan la delantera, sino los débiles, aquellos que tienen problemas. Supongamos que un hermano tiene algunos desacuerdos con la iglesia y habla negativamente de ella. Los que hablan negativamente de la iglesia por lo general también tienen algo negativo que decir acerca de los ancianos. No obstante, a pesar de que disiente, él es un hermano y ama al Señor. ¡Cuán bueno sería que este hermano disidente fuera atendido, no por uno de los ancianos, sino por otro hermano en la iglesia que lo amara y se interesara por cuidarlo! Si este hermano disidente fuese pastoreado por otros santos, gradualmente él regresaría y alabaría al Señor por la iglesia. Si usa su talento de esta manera para cuidar de otros, no sólo lo multiplicará, sino que usted mismo estará en el tercer cielo, crecerá rápidamente, será renovado en el espíritu de su mente y será transformado. Además, entre nosotros habrá un maravilloso testimonio del Cuerpo de Cristo que todo el universo contemplará. El universo verá que no somos una organización religiosa, sino un Cuerpo viviente. Por esta razón todos tenemos que usar nuestro talento, el cual es la posesión del Señor. El resultado será que los talentos se multiplicarán. Puedo testificar que cuanto más cuidamos de los santos y de las iglesias, más riquezas tenemos.