Dios está reclamando
hombres y mujeres
espirituales para hacer Su obra
"Entonces los doce convocaron a la
multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo
que nosotros dejemos la Palabra de
Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues,
de entre vosotros a siete varones de
buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de
sabiduría, a quienes encarguemos de
este trabajo" Hechos 6:2-3.
Cuando la obra del Señor crece y aquellos
que han dejado todas sus ocupaciones
seculares para servir al Señor en todo el
tiempo, ven las necesidades que rodean al ministerio, una de las tentaciones que
tienen que enfrentar, es hacer todas las cosas.
Sin embargo Dios, que
tiene una idea de lo que significa correctamente
"Liderazgo",
les muestra a los doce,
que ellos debía prescindir de aquellas tareas que otros
hermanos podían realizar y
ellos concentrarse en la Palabra de Dios. Como dije antes
la tentación es querer hacer
todas las cosas, porque creemos nadie puede hacerlas
como nosotros, o porque
tenemos un liderazgo tipo pulpo.
Entonces nos quejamos de que
no damos abasto para todo lo que hay que hacer, o
nos quejamos de que nadie
quiere trabajar. En las cosas de Dios el buen juicio debe primar siempre. Esto
no quiere decir que el que se ocupa de la Palabra de Dios no
deba servir a sus hermanos,
pero sí que debe ocuparse de su ministerio en primer
lugar, sabiendo que otros
hermanos deben desarrollarse en sus propios dones. Lo
importante es saber que no
importa lo que tengas que hacer, Dios está reclamando hombres y mujeres
espirituales para hacer Su obra. Hombres y mujeres que puedan
ser ejemplo para los creyentes
y un mensaje vivido, para los que no conocen al Señor.
A veces pensamos que solamente
los que predican necesitan estar llenos del Espíritu
Santo, pero resulta que aquí
la Escritura nos está hablando de la necesidad que
tenemos todos, de ser llenos
del Espíritu Santo. El servir a Dios es mucho más que
predicar y todo aquel que esté
deseando servir a Dios, prepare su sonrisa, fortalezca
sus brazos para abrazar a los
que necesitan amor, su corazón para consolar a los
tristes, su comida para dar de
comer, al que no tiene ropa, su ropa para ayudar al que
lo necesita, su tiempo para
visitar a los enfermos.
¡Señor ayúdame para
estar listo para lo que demandes de mí!