LA OFRENDA DE LA VIUDA
Una
joven filipina quedó viuda con seis niños que sostener. Vivía con
muchas privaciones y afanes: se levantaba a las cuatro de la mañana
todos los días, cocinaba, lavaba, planchaba, preparaba la comida que lo
niños llevaban a la escuela, y a los más pequeños los atendía en todas
sus necesidades. Después se iba a trabajar al campo a fin de ganar
suficiente arroz y maíz para alimentar a su familia. Muchas veces,
mientras los niños dormían por la noche, ella pensaba en la forma que
podría lograr que el dinero alcanzara para pagar la colegiatura de
alguno de sus niños, o para suplir alguna otra necesidad.
Un día,
el pastor de la iglesia pidió que todos los miembros de ésta
diezmaran. Parecía imposible que la viuda pudiera hacerlo; y, sin
embargo, ella fue la primera en llevar su ofrenda de ocho dólares, que
era más de la mitad de lo había ofrecido el miembro más rico de la
iglesia.
(( De la Red))