Como obra de Dios
Dios
hace la mayor parte de su obra en la naturaleza por medio de fuerzas
ocultas y silenciosas. La gravitación trabaja en silencio conservando
al océano en su lugar y sosteniendo a las estrellas en sus órbitas. Los
efectos ruidosos de la gravitación no son sino la parte más
insignificante de su obra. Los rayos del sol, invisibles y
silenciosamente, levantan tres billones de toneladas de agua cada minuto
y proveen el agua de todos los ríos del mundo. El ruido de las
cataratas no representa sino una parte infinitesimal de su fuerza. El
relámpago es una pequeñísima parte de la obra de Dios por medio de la
electricidad. El terremoto es una pequeña porción de la obra geológica
de Dios. El torbellino es sólo una parte insignificante de lo que el
aire hace en el mundo
((De la Red))