La fé de una niñita
Al
final de una reunión, hace algunas semanas, una niñita me entregó un
papel. Lo leí. Decía: “Ore a Dios, pidiéndole que mi madre vuelva a
casa”. La chiquita estaba sola, el padre había muerto y la madre la
había abandonado. Hacía más de un año que había desaparecido. Orar
para que la mujer volviera, me era cosa bastante difícil.
Algunos
días más tarde, recibí otro papelito que decía: “¿Recuerda la niñita que
hace poco le pidió que orase por el regreso de su madre? La madre ha
vuelto y el viernes estuvo en la reunión con la hija”.
Ahora la chica pide que oremos por la conversión de su mamá.
Por D.L. Moody