Ir Para El Cielo -La Prioridad
Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan,
sino regocijaos de que vuestros nombres están
escritos en los cielos”
(Lucas 10:20)
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Una persona puede ir para el cielo – sin riqueza, sin belleza, sin saber leer, sin fama, sin cultura, sin amigos, Pero nadie puede ir para el cielo sin Cristo.
¿En qué hemos gastado todo nuestro tiempo? Muchas veces pasamos la mayor parte de él murmurando por los inúmerosos fracasos acumulados en los últimos años. Queremos un mejor empleo para tener más dinero y no lo conseguimos; queremos alcanzar un mayor grado de cultura y fama y las oportunidades no aparecen; queremos obtener amigos influyentes que nos ayuden a ascender las gradas más rápidamente pero, ellos nunca se presentan. La tristeza nos invade el alma, nos apartamos de todos y, como consecuencia, dejamos de vivir la vida abundante y de experimentar la verdadera dicha.
¡Nada de eso nos traerá la verdadera alegría! Feliz es aquél que tiene su nombre escrito en el Libro de los Cielos. Feliz es aquél que oirá al Señor de los señores pronunciar su nombre seguido de “venid, bendito de mi Padre”. Feliz es aquél que tiene lugar asegurado en las mansiones celestiales.
Y para todo eso, no es necesario dinero, ni fama, ni cultura, ni amigos influyentes. Solo hay una condición de llegarse allá: seguir el Camino. Seguir el Salvador. Seguir el Hijo de Dios. Seguir a Jesucristo.
¿De que vale la riqueza sin el Señor para enseñarnos a usarla? ¿De que vale la fama , sin la enseñanza de Cristo, servir apenas para alimentar mi ego de vanidad? ¿De que vale la cultura, si ella me aleja de Dios, del cielo y de la salvación? ¿Que adelanta tener muchos amigos si ya no les sirve de ejemplo para que alcancen también la vida eterna?
Puedo alcanzar grande riqueza, una cultura maravillosa, fama y respeto, una multitud de amigos, pero, no quiero que nada de eso me impida de tener Jesus en el corazón y seguir con Él para el Cielo y la vida eterna de regocijo y felicidad.
(( De la red ))