Luchando en oración por un avivamiento
Durante diez días antes del día de Pentecostés los apóstoles permanecieron en oración.
Cuando
Jonatán Edwards predicó su famoso sermón sobre el tema: “Los pecadores
en manos de un Dios airado”, había pasado toda la noche anterior en
oración.
Los avivamientos más notables de Carlos G. Finney eran
aquellos en que Amós Clary y otros hombres humildes lucharon en oración
con Dios por el éxito de las reuniones.
Es un hecho histórico que
antes de algunas batallas de la guerra civil de los Estados Unidos de
la América del Norte, que el Presidente Abraham Lincoln pasó horas
enteras en angustiosa oración.
Dios vive y todavía puede oír y contestar la oración del creyente fiel.
(( De la red))