Diamantes y bolitas
Se cuenta que el siglo pasado vivía en la región de
Kimberly en Africa una familia muy pobre. El hombre
tenía un rancho, pero la tierra era arenosa y estéril.
Los niños, sin dinero con que comprar bolitas, habían
aprendido a jugar con piedrecitas que juntaban de la
arena del arroyo. Un día pasaba un grupo de hombres y
se detuvieron para pedir agua. Mientras la tomaban,
uno de los hombres se quedó viendo a los muchachos y a
sus "bolitas", luego les preguntó si había más y
cuando los niños le dijeron que efectivamente, había
montones junto a la arena, el hombre fue a verificar
hallando tal y como los niños le habían dicho.
entonces dijo al campesino: "...Oiga, señor, ¿cuanto
quiere por su rancho? Yo le pagaré lo que usted me
pida...".
El campesino sonrió, y pensando hacer un excelente
negocio pidió cincuenta mil dolares.Dicho y hecho, el
hombre sacó su talonario de cheques y le pagó lo que
había pedido.
Eso fue el origen de las Minas de Kimberly, las minas
de diamantes mas valiosas del mundo.
Ustedes y yo tenemos promesas de nuestro Señor Jesús
mucho más valiosas que los diamantes y, sin embargo,
en ocasiones jugamos con ellas como si fueran bolitas.
El propósito de las promesas de Dios al hombre es el
de hacerlo más valioso y mejor; mientras no lo veamos
asi no seremos mejores.
(( De la red))