Demaciado tarde
Yo
estaba terminando una reunión en nuestra iglesia de Chicago, cuando un
joven soldado se puso de pie y rogó a los presentes que aceptaran a
Cristo. Nos contó que acababa de llegar de una escena muy triste. Un
compañero de regimiento, hijo de cristianos, frente a los ruegos de su
buen padre, siempre decía que aceptaría a Cristo cuando terminara la
guerra. Por fin fue herido y llevado al hospital, en donde se vio que
no había esperanzas de mejoría.
Unas cuantas horas antes de su
muerte, le llegó una carta de su hermanita, pero ya no tenía fuerzas
para leerla. ¡Era una carta tan solemne!
Un compañero se la leyó,
pero no parecía entender, hasta que llegó a las últimas palabras que
decían: "Oh mi querido hermano, te ruego que cuando recibas la presente,
aceptes al Salvador de tu hermanita."
El moribundo se sentó en la
cama, y gritó "¿Qué dice?" Luego, cayendo pesadamente sobre la almohada
exclamó: "Es demasiado tarde. Es demasiado tarde."
Mis queridos
amigos: Gracias a Dios que no es demasiado tarde para ustedes hoy. El
Maestro todavía les está llamando. Que todos nosotros, jóvenes y
viejos, ricos y pobres, vengamos a Cristo ahora mismo, y quitará todos
nuestros pecados.
(( De la red ))