El vagabundo
Una
noche en una iglesia pequeña de Atlanta, Georgia, un hombre compartió su
testimonio de cómo se había convertido en cristiano mientras estaba en
Sydney, Australia. "Estaba en la esquina de la calle El Cruce del Rey,"
comenzó el hombre, "cuando sentí que alguien jaló mi camisa.
Volteándome, me encontré cara a cara con un vagabundo. Antes de que
pudiera decir algo, el hombre simplemente me preguntó, "Oiga, Sr., si
usted se muriera esta noche, donde crees que pasarás al eternidad?" La
pregunta me molestó durante las tres semanas siguientes, el hombre
continuó. "Tenía que encontrar una respuesa, y terminé dando toda mi
vida a Cristo."
El pastor de la iglesia de Atlanta estaba asombrado
de que un hombre en una esquina de la calle pudiera tener tanto impacto.
Pero imagínate su asombro cuando tres años después, otro hombre entró a
su iglesia y dijo casí el mismo testimonio. El también había estado en
el Cruce del Rey en Sydney cuando un vago le jaló su camisa y le
preguntó, "Si tu murieras esta noche, dónde pasarías la eternidad? Este
segundo hombre, también intrigado por la pregunta del vago,eventualmente
buscó y encontró una respuesta en Cristo Jesús.
Muy pronto después
del segundo testimonio, el pastor de esta iglesia tenía que estar en
Sydney para una conferencia de misiones. En una de sus noches de
descanso, se fue al Cruce del Rey para ver si podía encontrar el hombre
que había sido mencionado en su iglesia por dos personas diferentes.
Pausando en una esquina de la calle para buscar a alguien que se
pareciera a este vagabundo de quien había oido hablar, sintió que
alguien jaló la manga de su chaqueta. Se volteó, y antes de que el pobre
hombre pudiera decir algo, el pastor dijo, "Ya sé lo que me vas a
preguntar! Me vas a preguntar que si yo muriera esta noche, donde
pasaría el resto de la eternidad?
El hombre estaba anonadado. "Cómo supiste eso?" preguntó.
El
pastor le contó toda la historia. Cuando hubo terminado, el hombre
comenzó a llorar. "Señor", le dijo, "Hace 10 años yo di mi vida a Jesús,
y quería hacer algo para él. Pero un hombre como yo no puede hacer
mucho. Así que, decidí ponerme en una esquina de la calle y hacerle a la
gente esa simple pregunta. Lo he estado haciendo por años, pero esta es
la primera noche que me doy cuenta que si fue de provecho para
alguien."
Dios nos llama, no a ser exitosos, sino fieles. Necesitamos
obedecer a Dios aun cuando no podemos ver los buenos resultados. Cuando
compartes a Cristo con alguien, por ejemplo, o cuando ayudas a una
persona necesitada, tu no eres responsable por el resultado. Es el
trabajo de Dios formarnos hacia lo que podemos ser por Cristo.
Por
otro lado, ten cuidado de no juzgar a otros por lo que están haciendo
para el reino de Dios, aun cuando parece tonto y sin resultados. Dios
usa toda clase de ministerios en diferentes maneras para cumplir con sus
propósitos.
Solo poque no entiendes un ministerio en particular, no significa que está mal y que no tiene valor.
(( De la red))