Porqué un estudiante chino creyó en el Señor Jesús
El
doctor Jonatán Gofoth, en su libro titulado “Por Mi Espíritu”, relata
el conmovedor incidente que sigue: En el año de 1900, en la ciudad china
de Taiyunfu, fueron fusilados unos misioneros y sus hijos: cincuenta y
nueve personas por todas. Un estudiante chino presenció esa cruel
ejecución, y algún tiempo después refirió el acontecimiento al doctor
Goforth, y él dijo a éste que era sorprendente la paz y la tranquilidad
que se manifestaban en los rostros de las víctimas; aun en el preciso
momento de la muerte la sonrisa no había huido de sus labios. El
estudiante refirió que una madre hablaba con ternura a su hijito, a
quien llevaba asido de la mano; y cuando a ella le tocó su turno, se vio
su cuerpo rodar por el suelo, y sin haber soltado la mano de su niño.
Instantes después, éste caía sobre su moribunda madre. Ante este
recuerdo, el estudiante preguntó al doctor Goforth: “¿Es extraño, pues,
que esa tranquilidad ante la muerte me haya llevado a creer en la
Palabra de Dios?”.
((De la red ))