Nuestro banco
Si tu
tuvieras un banco que acreditara a tu cuenta cada mañana con $86,000
pesos que no llevaba ningún saldo al otro día, no te dejaba guardar nada
de efectivo en tu cuenta y cada noche cancelaba aquella parte de la
cantidad que no usaste durante el día…¿qué harías? ¡Sacar cada peso
cada día, por supuesto, y usarlo a tu ventaja!
Pues, tu tienes un
banco así y se llama TIEMPO. Cada mañana te acredita con 86,400
segundos. Cada noche registra como perdida cualquier cantidad de él lo
que fallaste en invertir a un buen propósito. No añade ningún saldo del
restante del día anterior. Cada día abre una nueva cuenta contigo. Si
fallas en usar el depósito de ese día, es tu pérdida. No se puede
regresar. No hay crédito para mañana.
Salmos 90:12 – "Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría."
El tiempo es escaso y es valioso (precioso), y es tiempo de dejar de malgastarlo en actividades y rutinas sin sentido.
Efesios
5:14-17 – "Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate
de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo
andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo,
porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la voluntad del Señor."
Tenemos que decidir:
¿Vamos a movernos hoy o vamos a esperar para el día de mañana? Nadie
puede asegurar que vendrá mañana o que vendrá una segunda oportunidad.
¡Lo que vas a hacer, hazlo hoy!
(( De la red ))