No importa la cantidad sino la calidad
"Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar. (Jueces 7-7).
Gedeón acompaño la idea de Dios, y salió a combatir a los madianitas con treinta y dos mil hombres. Esa era su idea, pero Dios no pensaba lo mismo. Gedeón quiso asegurarse la victoria, teniendo gran cantidad de guerreros, pero en Dios las cosas son diferentes. Dios miraba el corazón de ellos y buscaba fe.
De los treinta dos mil hombres sólo pudo quedarse con trescientos ¿`por que?. Por que Dios había visto sus corazones y había encontrado en ellos acciones de fe. Con sólo esos valientes Gedeón iba a obtener la victoria. Trescientos hombres que confiaban en Dios, fijese que ellos tenían armas no convencionales, una tea ardiendo, un cántaro y una trompeta. pero eso bastaba para la victoria. De esa manera se mueve Dios. Aunque nosotros no podamos entenderlo. Sólo hay que obedecer.
Gedeón era un hombre temeroso, pero Dios lo llamaba "varón esforzado y valiente". Así lo veía Dios y así debemos vernos nosotros, como Él nos mira. Al Señor le era suficiente con esa gente que creía y confiaba en Él. La calidad de sus corazones era el arma más poderosa que podía aportar a la batalla.
En Zacarías 4-6 leemos: "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu ha dicho Jehová de los ejércitos" ¿Lo entiende? Lo importante es estar siempre del lado de Dios, tener un corazón obediente y lleno de fe, si usted lo alimenta cada día con la Verdad, su fe irá en aumento y le costará menos creerle a Dios. Si Dios lo dijo así será, usted está en los planes de Dios y está formando su vida. Él lo esta impulsando conforme a Su propósito y lo va a respaldar en todas sus áreas. Se va a dar cuenta que lo que era un problema, se transformará en una victoria y un testimonio de bendición. Lo que parecía que no le dejaba alcanzar su destino de bendición va a quedar atrás. Dios mira a las personas que están dispuesta a hacer las cosas a Su manera, por eso dijo que debían ir sólo trescientos.
Puede seguir leyendo a lo largo de los versículos siguientes para comprobar que por medio de un paso de obediencia y confianza, puede levantarse con la fuerza de Dios.
Oración: Padre, hoy me declaro un vencedor porque posiciono mi corazón a tu palabra. Aumentará mi fe cada día con el alimento que sale de tu boca y aunque mis enemigos parezcan más, sé que de tu mano la victoria está de mi lado. Lo creo en el nombre de Jesús, amén.