La disminución del caudal de estos importantes ríos de Europa tendrá un efecto en cadena: en la navegación fluvial (el Rin y el Danubio son las mayores rutas de transporte dentro de Europa), en la generación de energía hidroeléctrica (alrededor de un cuarto de la energía eléctrica en Suiza proviene de las estaciones ubicadas en los ríos y cerca de un tercio de los reservorios) y en la agricultura.
No es que habrá mucho menos agua en todas partes, pero sí que el agua podría estar disponible en el momento equivocado para cubrir las necesidades humanas.
Mientras el agua proveniente de la atmósfera en forma de nieve en el invierno se almacena en los glaciares y se libera en el verano, en el futuro ingresará a los sistemas fluviales mucho más rápidamente. Esto puede significar inundaciones en primavera, cuando la nieve se derrite, y bajos niveles de agua, e incluso sequía, en el verano. Articulo de Swissinfo.org