RUPTURA
Nos hemos bruscamente desprendido
y no hemos quedado
con las manos vacias.
como si una guirnalda
se nos hubiera ido de las manos;
con los ojos al suelo,
como viendo un cristal hecho pedazos,
el cristal de la copa en que bebimos
un vino tierno y palido
Como si nos hubíeramos perdido,
nuestros brazos
se buscan en la sombra. . . ¡ Sin embargo,
ya no nos encontramos
En la alcoba profunda
podríamos andar meses ya ños
en pos uno del otro
sin hallarnos
JAIME TORRES BODET
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