No puedo creer que lo haya estado haciendo mal.
¡Tengo que avisar a todas!!!
La vida no debe ser un viaje a la tumba con la intención de llegar segura, en un cuerpo atractivo y bien conservado sino, más bien, llegar patinando de lado, con chocolate en una mano, una copa de vino en la otra, hecha polvo y gritando:
'¡¡¡uaaaau, qué viaje!!!'