LA CAPITAL DEL ECUADOR

Quito, por su excepcional ubicación en la cima ecuatorial, su relación con el sol, sus connotaciones de ciudad sagrada y aborigen y su comunión con el paisaje, es una ciudad ideal para vivir.
La capital del Ecuador es una urbe que, día a día, se construye. Es la ciudad que conjuga lo moderno y lo colonial. Su estructura moderna se funde con la heredad mestiza y
colonial, en la que residentes nacionales y visitantes extranjeros encuentran siempre un lugar para trabajar, disfrutar y recordar. Su amable clima permite vivir todos los días una eterna primavera.


QUITO

El paisaje, los nevados, sus grafitos, las iglesias, el cielo, la comida, las frutas, los parques... y hay muchas más razones para vivir en la ciudad de Manuelita Sáenz

	Quito es acogedora. Un lugar perfecto para vivir entre el pasado y presente y donde hay mucho por hacer

Hay muchas razones para vivir en Quito. Además de estar ubicada entre valles de volcanes y nevados que superan los 5 000 metros de altura, es la ciudad perfecta que conjuga lo moderno y lo colonial en un cómodo espacio. No es inmensa pero tampoco una miniatura, lo que hace que podamos recorrerla y entrañarnos en ella sin dificultad. Quito es una de las ciudades más bellas y, por su increíble variedad de riqueza cultural e histórica aún intacta, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1978. Sus valores arquitectónicos y monumentales como el patrimonio artístico, literario, y el paisaje urbano y natural son únicos.
La ciudad que algunos designaron como Luz de América fue la cuna de importantes escultores y pintores, núcleo de una escuela artística de gran influencia en toda Hispanoamérica. En sus obras se pueden observar las virtudes del mestizaje.
Su ubicación es priviligiada. Es el nexo entre los pueblos de las regiones selváticas de oriente (la Amazonía) y Occidente (la Costa) con las culturas andinas.
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, se construyeron templos y conventos, edificios públicos y residencias privadas, llenas de las pinturas, esculturas y decoraciones de los habilísimos artesanos de estas tierras, que son hoy testimonio del esplendor que tuvo la antigua Audiencia de Quito. Mientras tanto, la ciudad se extendió hacia el norte y el sur, ocupando el valle que, como un escalón, se extiende al pie del Pichincha. Hoy tiene más de 45 km de largo y se recuesta hacia los valles cercanos, que actualmente son otros tantos polos de desarrollo urbano, industria y comercio.
La vocación milenaria de Quito como lugar de encuentro se ratifica cada día. Hoy cuenta con una infraestructura notable, a la que acompañan el clima, y el paisaje de sus alrededores, cada uno más espectacular que el otro.
Además de lo que podemos apreciar a diario, no se puede dejar a un lado la variedad gastronómica que ofrece Quito.
En esta acogedora ciudad podemos encontrar restaurantes de todos los orígenes y donde cualquier comensal podrá, sin dificultad, estimular todas sus papilas gustativas. Hay desde comida tailandesa, japonesa, peruana, italiana, hindú hasta colombiana, entre otras.
Otra de las cosas que podemos disfrutar es la rumba quiteña. Hay unas huequitas, bares, tabernas, bastantes simpáticos y decorados con mucha originalidad, donde podemos tomar un trago y disfrutar de buena música. (MPI)

El Centro Histórico El más bello de América; es una obra magnífica y en cada una de las piedras se encuentra escrita la historia de la ciudad. La Unesco declaró a Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad.	Capilla del hombre La Capilla de Hombre, de Oswaldo Guyasamín, es un sitio especial. Además de poder apreciar las obras de este maestro, es un lugar lleno de paz y donde se puede apreciar una hermosa vista de Quito.	Los balcones Los balcones de Quito tienen un lenguaje secreto. Están delineados y trenzados con una habilidad y un arte que seducen las miradas de los transeúntes. Seguro su herrero tenía esa intención.	El cielo El cielo de Quito siempre es azul. Esto es un privilegio, puesto que no todas las ciudades tienen la virtud de la luz. Sin duda, la claridad es una de las particularidades de esta ciudad.
El Clima Grandes contrastes climáticos que se presentan durante el transcurso de un mismo día permiten gozar a los quiteños y a sus huéspedes de las cuatro estaciones del año las 24 horas del día.	Las fiestas de Quito Las chivas son un símbolo de las Fiestas de Quito y de la alegría de su gente. En diciembre, pequeños camioncitos llenos de alegres pasajeros que cantan: Yo soy el chullita quiteño invaden la capital.	Los alimentos La papa, cebada, el haba, el trigo, el maíz, las legumbres y las frutas son una delicia. Una papa en Quito no es la misma que en New York, Ginebra, Roma y Caracas, entre otras ciudades.	Lo moderno A pesar de ser una ciudad colonial, podemos encontrar todo lo que ofrece un mundo moderno. Amplios supermercados y centros comerciales que amparan todas las necesidades capitales.
La Mariscal En una ciudad es importante tener un lugar de acogida, un sitio donde se pueda descubrir las delicias de la vida hedonista. Así es La Mariscal, un espacio que conjuga lo moderno, lo bohemio y lo chic.	La flora y la fauna La variedad de flora y fauna en esta pequeña ciudad podría dejar a un humilde botánico perplejo. Los colibrís conquistan todos los días el cielo y son solo un ejemplo de lo que apreciamos a diario.	La comida típica Lo típico no es siempre lo mejor, pero las tradiciones quiteñas culinarias dejan atrás los menús más sofisticados. Desde las simples empanadas son auténticas y reflejan el sabor quiteño.	Las leyendas Las leyendas son maravillosas. No hay ciudad en el mundo donde nazcan tantas historias de ella y sus personajes. Por ejemplo, leyenda de Cantuña y la historia del Padre Almeida son dos de ellas.
Los parques Las ciudades para ser hermosas necesitan el color verde. A Quito la invade este color. El Parque Metropolitano y La Carolina son los pulmones que hay en ella y que podemos disfrutar.	El Teleférico Ver a Quito desde las alturas es una experiencia única. Por eso, disfrutar un día en el teleférico cerca del cielo es un paseo extraordinario que lo aprovecha el local y los huéspedes de la ciudad.	Los nevados Sus nevados y volcanes son la característica más relevante del paisaje de Quito. La ciudad está rodeada por Pichincha, Cotopaxi, Antisana y Cayambe, que conforman un contorno andino majestuoso.	El Panecillo La virgen de El Panecillo es uno de los monumentos más grandes del mundo, luego de la estatua de la Libertad y del Corcovado en Brasil. La vista que desde este lugar conquista a todos sus visitantes.
La ubicación La ubicación geográfica de Quito permite estar a pocas horas en la Amazonía o en la Costa. Cerca de ella podemos visitar lugares extraordinarios sin alejarnos mucho pero cambiando todo el entorno.	El transporte El trole y la ecovía hacen que la vida en Quito sea mucho más fácil. El transporte público no tiene nada que envidiarle a otros. Y si se quiere ir más rápido, los taxis son una buena alternativa.	Las iglesias Quito podría ser una de las ciudades con más iglesias en Latinoamérica. El esplendor de algunas deja boquiabiertos a muchos. La Compañía es una de las más hermosas, como lo es San Francisco.	El idioma No hay nada mejor que poder expresarse en el idioma materno. Si bien es cierto que dominar varios idiomas es vital, no es menos cierto que vivir en un lugar donde se hable el español es un privilegio