Un madrileño en Barcelona entra en un bar y pide una caña, en castellano... El camarero se la pone y le dice: - Són noranta-cinc cèntims. El madrileño deja sobre la barra noventa céntimos y sigue tomándose la caña tranquilamente. A lo que el camarero le dice:- Escolti falten cinc cèntims. Y el madrileño ni puto caso, como quien oye llover. A lo que el camarero bastante rebotado le suelta: -Escolti que em deu cinc cèntims; no em faci muntar un nombre... M'està escoltant perfectament!!!.... Y el madrileño a lo suyo, tomándose la birrita, como si estuviese solo en el local. Por fín el camarero, rojo de ira, y escupiendo las palabras dice: - Oiga desgraciado!!!... Me está oyendo y entendiendo perfectamente, págueme los cinco céntimos que me debe!!!.... A lo que el madrileño, sonriendo y echando mano al bolsillo para pagarle contesta: - Yá sabía yo, cabrón, que por cinco céntimos acababas hablando castellano!!!!..... |