PARADIGMA DE LA RIQUEZA
Una vez, un padre de una familia acaudalada llevó a su hijo a un viaje por el campo con el firme
propósito de que éste viera cuán pobre era la gente de campo. Pensó que así comprendería
el valor de las cosas y lo afortunados que eran ellos. Estuvieron por espacio
de un día y una noche en una granja con una familia campesina muy humilde.
Al concluir el viaje, mientras regresaban a casa, el
padre le preguntó a su hijo: -¿Qué te pareció el viaje? –
...
¡¡Muy bonito Papá!! – respondió el joven -¿Viste qué tan pobre
y necesitada puede ser la gente? – frunció el ceño preocupado.
¡¡Sí!! - dijo el hijo resplandeciente.
-¿Y qué aprendiste? – dijo el padre mirándolo.
Se quedó pensando un momento y respondió - Vi que nosotros tenemos un perro en
casa y ellos tienen cuatro. Que nosotros tenemos una piscina de 25 metros, pero ellos tienen
un riachuelo que no tiene fin. Que nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio
para alumbrar la noche, pero ellos tienen las estrellas. Que nuestro patio llega hasta el borde
de la casa, pero el de ellos tiene horizonte. Especialmente papá - continuó diciendo - Vi que
ellos tienen tiempo para conversar y convivir
en familia, mientras que tú y mamá como siempre
están trabajando, casi nunca tienen tiempo para mí y apenas los veo. Al terminar el relato, el padre
se quedó mudo y su hijo agregó mirándolo a los ojos
- ¡¡Gracias Papá por enseñarme lo ricos que podríamos llegar a ser!!