*Contamos con la lealtad de los trabajadores electricistas, que habrán deser soldados permanentes en la vigilancia delos intereses del pueblo.*
*Adolfo López Mateos, al nacionalizar la industria eléctrica.*
México nunca había padecido un gobernante que provocara tanta confrontación y odio entre los mexicanos.
En su campaña, Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa echó mano delas peores mañas publicitarias para quitarle votos a su adversario.
Desde entonces se formaron dos bandosirreconciliables:lopezobradoristas y calderonistas.
Conuna “pequeña ayuda” mediática del antagonismo se pasó al odio declarado y laguerra sin cuartel. ACalderón no lo bajan de espurio y usurpador y a López Obrador de mesíastropical. Unos disfrutan de las mieles del poder y otros forjan la dulce venganza.
Calderónes de esas especies que no duermen si no madrean a alguien durante el día. Asíque su lista de enemigos ha crecido más que la cartera vencida de tarjetahabientes.Y de que la perra es brava ni los de casa se salvan,una fracciónnada despreciable de azules no ven la hora de cobrar ofensas yagravios.
Losodios y enconos proliferan como hongos por todo el país, en la obsesiva “guerra”contra los narcos, se han pisoteado derechos humanos de culpables einocentes. Miles de familias han sido desgarradas sin deberlani temerla ysin que nadie resarza las heridas ni los daños.
Los mineros atrapados en Pasta de Conchos nunca fueron rescatados, ocultando así,las causas de la tragedia. Las familias no pudieron sepultar a susmuertos y el “crimen industrial” quedó impune. Desde entonces,miles de mineros del país y sus familias se han visto amenazados y perseguidos. Cananea y otras minas llevan más de dos años en huelga, los dueños de las minas en complicidad con Calderón pretenden someterlos por hambre.
Millonesde desempleados se debaten entre la angustia y la impotencia para llevar lo indispensable a sus hogares, rumiando el odio hacia un sistema que los excluye y humilla. El “presidente del empleo” tiene “la conciencia tranquila” ni los ve ni los oye.
El manejo irresponsable y torpe de la supuesta epidemia de influenza, provocó que los mexicanos se vieran entre sí con recelo y sospecha, ocultos tras los cubrebocas;el asistencialismo excluyente del programa Oportunidades divide a las comunidades entre elegidos y excluidos; millonesde jóvenes que no asisten a las escuelas ni encuentran trabajo, manifiestan su enojo de mil maneras en contra de los niños y jóvenes más afortunados y de la sociedad en general; los millones de mexicanos queviven en lainformalidad sin ningunaprotección social, se confrontan permanentementecon otrossectores sociales. El individualismo impera sobre las causascolectivas y los valores solidarios son rebasados por la furia cotidiana porla sobrevivencia.
Lasacciones y decisiones del gobierno alientan esos fenómenos de desintegración social. Sus conductas son autoritarias y violatorias de lalegalidad, lo que enardece, aún más, a una ciudadanía víctimaindefensa de losabusos del poder.
Elcolmo ha llegado con la orden de “liquidar” la Compañía de Luz. 44 mil desempleadosde un trancazo, 44 mil familias lanzadas a la desventura. Unagravio que puede poner el último clavo en el ataúd del pacto social, al pisotear los derechos laborales consagrados en la Constitución.
Calderón tiene bajo su mando más de doscientas dependencias y al frente de ellas puso panistas de su confianza. Lo que pase o deje de pasar en cada una de ellas es su única y exclusiva responsabilidad. Si alguna de las dependencias tenía problemas cuando la recibió, tuvo un plazo legal para denunciarlo a las autoridades competentes. Si no lo hizo es que todo estaba bien.
Y tres años después, los secretarios que administran y toman decisiones en el sector energético, salen a “denunciar” el asco de empresa que era Luz y Fuerza del Centro, cuyo director general, nombrado por Calderón, cobraba 195 mil pesosal mes y ahora resulta que nadie sabe quién es, que hizo en esetiempo y porqué no ha dado la cara. En un acto de cobardía inaudita, esossiniestros personajes conspiraron en contra de una empresa que estaba a su cargo, con tal de deshacerse de un sindicato incómodo.
Primero alentaron la división en el sindicato. Luego le echaron encima a la opinión pública y los demás trabajadores, acusándolos del “delito” de haberlogrado mejores salarios y prestaciones que muchos de ellos.Los medios electrónicos y buena parte de la prensa escrita, como en los mejorestiempos del autoritarismo, viva el señor presidente mueran los subversivos.
Los apoyadores del rey chiquito que antes cobraban en dólares, ahora cobran en euros y ruegan a diosito para que sigan Los Pinos dando. Porque tapartanta ilegalidad y tantas torpezas no es fácil. Los prestigiosse abollan,la credibilidad se extingue, pero una buena untadita es el mejor bálsamo y de a grapa ni los cuadernos. Atásquense ora que hay lodo.
Tampoco se crea que lo hicieron en dos días, llevan años machacando. La educación es un desastre por culpa del sindicato, Pemex ha fracasado porculpa del sindicato, Cananea lleva más de dos años en huelgapor culpa del sindicato, ¿y el gobierno apá? Al final se trata de privatizartodo y modificar la legislación laboral, abolir los “privilegios” de lostrabajadores y dejarlos en calidad de “cerillos” desupermercado.