Déjame, pensamiento, déjame...
Déjame, pensamiento, déjame, mañana seré tuyo, volveré a ser tu presa. Pero hoy,mientras
la luz araña en los árboles y pide una oportunidad, quiero que me recoja la inútil primavera.
A la casa del frío regresaré mañana, cuando el tiempo exponga sus razones y el corazón pregunte lo que falta por ver, cuántos latidos pueden quedarle para detenerse.
Luis Garcia Montero
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