Bienvenida y bien hallada, linda flor.
Como el turrón, vuelves a casa por Navidad; ello me recuerda viejos tiempos, de hogueras, caminantes, y rosales regados con mucho amor.
Coje tu silla, busca el teclado, y ponnos algo, aunque sólo sea dos días impares de los meses pares.
Apretadito y azul.