Del todo imperdonable mi descuido, no obstante , y por que te conozco, me consta que lo convertirás en perdonable, y hasta olvidable.
Acabo de ver el precioso regalo que me has hecho, si hija, sí, hace aapenas nada. He visto la fecha y me he dicho: La mara que va...estamos ya a diecisite!; se que por conocerme sabes, que es uno de mis despistes, imperdonable, pero despiste a fin de cuentas.
Aceptaré resignada que me castigues de cara a la pared hasta despues de fiestas.
Nuevamente gracias, y un beso muy fuerte.
Mer-.